El entrenador de Galdakao enrolado en el Sibiu rumano, próximo rival del Bilbao Basket

Ereño se enamoró de las canastas por su hermano mayor, que jugaba y le arrastró a ponerse las zapatillas, y por un base que le hizo clavar sus ojos en la cancha. «Tenía ahí a la leyenda Javi Salgado», recuerda el galdakaotarra, quien se encontrará mañana con el 'crack de Santutxu' como rival. La cercanía, la amabilidad y la perfecta lectura del juego del vizcaíno sedujeron en su momento a un niño que regresa ahora a Miribilla siendo un hombre. Lo hace después de pasar por seis clubes, una selección y cuatro países distintos, apegado a una profesión que le ha conquistado para siempre. «He tenido suerte. Dedico mucho tiempo al baloncesto, a la formación. Asier Alonso (director deportivo) me dio la oportunidad de empezar en el Araberri», rememora en referencia a su incursión a la LEB Oro entre 2017 y 2019. Fue entonces cuando se enfrentó y ganó como asistente a los hombres de negro en el Bilbao Arena, en el último suspiro (76-77), donde por cierto los hombres de negro consiguieron el ascenso a la ACB.

El técnico vizcaíno se encarga del 'scouting' y de pasar toda la información al lituano Tomas Rinkevicius, entrenador del Sibiu. Reconoce que le encanta la plantilla que ha confeccionado la franquicia de Miribilla y su potencial. «Es difícil para nosotros medirnos a equipos de este nivel. Encima cogemos al Bilbao Basket en uno de sus mejores momentos. Muchos de sus jugadores rompen marcas personales. Ponsarnau hace magia. Intentaremos atacar sus debilidades, que es complicado, y que los que tengan puntos no se sientan cómodos en el partido». El galdakaotarra recordó que el Surne «hizo cambios en el equipo en verano. Perdieron alguna pieza importante -caso de Hakanson-, pero acertaron con la calidad del grupo y encima sigue Adam Smith. No me esperaba este rendimiento, en el que el banquillo tiene un buen impacto en el juego».

El Sibiu perdió en la primera jornada de la Europe Cup en casa con el Caledonia Gladiators (68-80) y el sábado cayó a domicilio en su liga con el Pitesti (77-70). «Jugamos con poco contacto. Ante los escoceses íbamos 22 abajo y a falta de seis minutos para el final nos pusimos a cuatro. Empezamos mal y es algo que debemos corregir. Tenemos capacidad, pero no somos constantes», diagnostica Ereño. Dice que son un club de «clase media» en Rumanía, donde destacan sobre todo el Cluj y el Oradea. Los primeros trajeron el año pasado a Leo Meindl y ahora han fichado a DJ Seeley. «Se rumorea que pagan 20.000 euros al mes. Manejan números altos», desliza el vizcaíno, quien sostiene que el objetivo del Sibiu es meterse en los play-off de la Divizia A rumana y «disfrutar de la FIBA Europe Cup».

Reconoce que estar en Miribilla será especial. «Me ilusiona. He ido tantas veces a ver partidos allí... Soy del Bilbao Basket». Un hombre de negro en el banquillo amarillo, color que ha mandado ponerse a su familia y amigos. «Vendrán un montón. A ver si hacen ruido y nos dan energía. Vendrán con bufandas amarillas. Tienen prohibido ir de negro», comenta divertido. Ve al Surne con muchas opciones de hacer algo importante en Europa. «Va a estar entre los mejores. Es uno de los candidatos a levantar el título».