Dos partidos para irse al parón con una sonrisa

Lo más inmediato es el choque de mañana frente al Balkan, que cuenta sus encuentros por derrotas. Cero de cinco. El Bilbao Basket ganó en Bulgaria de 32 (62-94), por lo que en Miribilla simplemente toca refrendar la manifiesta superioridad de los vizcaínos. Vencer daría la primera plaza y con ello el factor cancha a favor en los cuartos de final, aunque los hombres de negro podrían sellar el liderato incluso antes de que el balón eche a volar. Si el Oporto gana esta noche al Gottingen, el Surne será matemáticamente primero de grupo; de lo contrario, tocaría cumplir el trámite ante los de Botevgrad.

Quedar primeros es clave para disputar la vuelta de cuartos en casa. Los bilbaínos se medirán al Sporting portugués o al Legia polaco. El que gane entre los dos -juegan mañana en Lisboa- será el rival del Surne. En caso de meterse en las semifinales, la franquicia de Miribilla se vería las caras con el Zaragoza o con el líder de la liga alemana, el Chemnitz.

Solventado el compromiso ante los búlgaros, los hombres de negro dispondrán de tres días para preparar el duelo ante el Valencia. Un compromiso de máxima exigencia que, en caso de superarlo, permitiría a los bilbaínos irse al parón con nueve victorias y casi seguro un colchón de tres respecto a la zona de descenso. Los de Mumbrú vienen de cargarse al Barcelona en el Palau, pero el jueves juegan la Euroliga frente al Olympiacos y después de Miribilla tienen la Copa.

En cualquier caso, los jugadores de Ponsarnau tienen una oportunidad de oro de respirar aliviados en la ACB y de ilusionarse al máximo en Europa. Todo ello en cinco días y dos partidos.