Jenkins firma una media de 12,4 puntos por partido. acb photo

«Hay que confiar en nuestras posibilidades de permanencia»

Jenkins se agarra a las «buenas sensaciones» del equipo y a la mejoría del juego en las últimas semanas

Martes, 16 de marzo 2021

Cada partido es una final. El tópico lo empleó hace una semana Arnoldas Kulboka y ayer lo reiteró el norteamericano John Jenkins en su comparecencia en Miribilla. Se le recordó el carácter especial de los derbis ante el Baskonia (domingo a las 20.00 horas ... en el Bilbao Arena), un choque siempre resulta atractivo. Jenkins reconoció ser «consciente de la rivalidad al ser dos ciudades próximas», aunque cree que eso, a estas alturas de la competición, es lo de menos. «Honestamente, cada partido es ya de rivalidad máxima», subrayó el de Tennessee.

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La marea negra no podrá estar ni empujar en uno de esos enfrentamientos de los que gusta presenciar. Así que el americano, último refuerzo de la plantilla de Mumbrú, incidió en la dificultad de la contienda ante los de Dusko Ivanovic. «Va a ser un reto muy difícil y exigente jugar contra el Baskonia. Vamos a ir preparados al máximo. Estoy deseando prepararlo», declaró, sin adelantar dónde pueden estar las claves para superar a un adversario muy potente con una plantilla superior. «Es el entrenador el que nos va a decir dónde pueden estar nuestras ventajas», sostuvo, pendiente del estudio del próximo contrario durante estos días.

A pesar de haber vuelto al último puesto de la clasificación, Jenkins se siente satisfecho por el «buen» trabajo que, a su juicio, está realizando el equipo. «Al final de la temporada nos veremos donde queremos estar. Estoy confiado porque desde el parón de tres semanas nuestro equipo es mejor en ataque y en defensa. La química es mejor y confío en las posibilidades de conseguir lo que buscamos», manifestó el escolta, que ha jugado 12 partidos como hombre de negro, con 28 minutos de media sobre la pista y 12,4 puntos por encuentro (su mejor registro son los 28 anotados ante el Betis).

Jenkins es exigente consigo mismo y asume que la ofrecida hasta ahora no es su «versión máxima». «Voy a dar todo lo que el equipo necesite y lo que el staff demande de mí. Mi rendimiento no sería posible tampoco sin el apoyo de mis compañeros. El 'break' vino bien para meterme en el ritmo de juego después de casi un año sin baloncesto. Puedo dar el nivel que necesita el equipo», reconoció.

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Y descubrió lo que le piden Álex Mumbrú y el cuerpo técnico: «El entrenador ha hablado conmigo individualmente y me ha pedido defender más agresivo y no tener pérdidas de balón», porque encestar es una de sus especialidades en las que puede ayudar mucho al Bilbao Basket. También comprueba que «jugar de tres es más exigente, porque los otros 'treses' me ganan en 5 o 10 kilos. He hecho trabajo extra en gimnasio y tengo ventaja en la velocidad», analizó.

Respecto al último marcador adverso ante Estudiantes, admitió que «fue una derrota dura para nosotros. Nos metimos en un agujero en la segunda parte y, aunque salimos de él, no estuvimos con la concentración necesaria como para sacarlo adelante. Espero que aprendamos para salir más concentrados», observó, de cara a un encuentro ante el Baskonia en el que deben hacerlo «casi todo bien».

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