Un comienzo desastroso condena al Bilbao Basket

Si además coinciden ciertas circunstancias, la remontada se antoja imposible. El Surne se examinaba después del parón por la Copa del Rey y las ventanas FIBA en una cancha históricamente hostil, un castillo inexpugnable levantado en el archipiélago. En las diecisiete visitas anteriores, el equipo vizcaíno sólo se había impuesto en una ocasión. Si también se suman las lesiones de Jeff Withey y Denzel Andersson, más las secuelas de las molestias físicas que aún persiguen a Ludde Hakanson, el panorama en las Canarias no se presentaba bajo un cielo azul. Pero también la categoría del rival complicaba la consecución de una hazaña. Los isleños se encuentran en posición de play-off, disponen de una plantilla rica en todos los puestos y sólo han sufrido dos derrotas en su casa hasta ahora.

Así y todo, el Bilbao Basket se dejó su tradicional espíritu combativo en el vestuario. El letargo tuvo proporciones mayúsculas en ese primer cuarto fatal. El Gran Canaria se desenvolvió a su antojo ante un adversario que ni cerraba su perímetro ni el corazón de su zona, y que mostró una improductividad ofensiva preocupante. El parcial 26-7 lo dice todo. Fue el peor primer cuarto de la actual temporada.

Ahora toca reactivarse y recuperar el tono. El martes (20.00 horas) visita Miribilla el siempre difícil Tenerife de Txus Vidorreta. Gran parte de las opciones del Bilbao Basket de pasar a cuartos de la Basketball Champions League pasan por superar a los canarios, líderes invictos del grupo. El próximo domingo (12.30 horas) tocará viajar a la cancha del Real Madrid y el martes 14 de marzo, a la casa del Darussafaka turco.