Las cifras de un momento negativo

Los de Jaume Ponsarnau plantaron cara al Real Madrid en Miribilla el 27 diciembre (80-85), en la siguiente jornada regresaron de Málaga con una derrota previsible ante el Unicaja (92-79) y sometieron en casa al Murcia (99-81) el 8 de enero, en lo que fue su última victoria liguera. Pero hubo un duelo que varió la tendencia positiva de los bilbaínos. Cayeron por 84-59 en Girona de una forma rotunda, sin opciones de inquietar a Marc Gasol y compañía. En aquella ocasión se tiraron por la borda 16 balones, luego desaprovecharon 18 contra el Barcelona y 14 ante la Penya. Las dudas y las imprecisiones en la circulación del esférico comenzaron a ser más visibles en un grupo que hasta entonces había procurado concluir la mayoría de sus ataques.

A ello se suma que el Bilbao Basket no destaca por las recuperaciones, a pesar de que en muchos momentos ha realizado una eficaz defensa colectiva. Es este apartado se encuentra el decimoquinto en la tabla (9,2 balones robados por jornada). Xabi Rabaseda es el hombre de negro que más balones arrebata al adversario (1,4 por partido), por delante de Adam Smith (1).

Los rivales toman nota

Como pronosticaba el mismo Ponsarnau a comienzos del curso, el resto de equipos de la ACB conocerían las virtudes del Surne y harían todo lo posible por contrarrestarlas. Tanto es así que durante el presente año se ha aumentado la presión sobre los escoltas y bases del equipo vizcaíno, especialmente sobre Ludde Hakanson y Smith, con lo que disminuye la posibilidad de sorprender. A partir de ellos, que también son los máximos anotadores del Bilbao Basket, se generan las acciones de ataque. Ya el Real Madrid puso muchos escollos en su perímetro defensivo, al igual que hizo el Barça, y el Obradoiro intensificó su escudo con dos jugadores sobre un exterior bilbaíno. La misma estrategia siguió el Murcia en la Champions con un marcaje abrasivo de Sadiel Rojas sobre Hakanson. Así amortiguaron gran parte de la pegada de una franquicia que había brillado a menudo desde el verano.

Con estos obstáculos construidos en sus puntos de creación, el Surne es el cuarto equipo de la ACB con menos asistencias (15,1), lo que viene a reflejar que la fluidez ofensiva sufre numerosos atascos. Vigilados los directores, se crean menos oportunidades para sus interiores y menos acciones dirigidas a que el balón llegue sin dificultad a posiciones desahogadas. A partir de ese escenario tan complicado, se ataca el aro en situaciones forzadas, con lo que se reduce la eficacia de los tiradores. Quizás por ello, el Bilbao Basket es el antepenúltimo de la Liga en índice de aciertos en disparos de dos puntos (48,6% por duelo). Seguro que jugadores y técnicos explorarán alternativas para dar la vuelta a una coyuntura negativa, pero que debe mejorar cuanto antes. La primera ocasión llegará el próximo sábado (18.00 horas) ante el Granada en Miribilla.