«En la cancha, mis compañeros son mi familia y me dejo la vida por ellos»

– A sus 28 años, el Zaragoza es el décimo club de su carrera. ¿No se ha cansado de hacer las maletas y cambiar de ciudades?

– No es fácil, pero es mi camino. Es la vida de un profesional, la vida en una maleta. Una vez que te acostumbras lo llevas mejor. Se convierte en una rutina. Si alguien me hubiera dicho que iba a jugar siete años seguidos en la ACB hubiera firmado aún cambiando de equipo cada año.

– Lleva casi tres meses en Zaragoza. ¿Qué tal? ¿Se vive mejor o peor que en Bilbao?

– La vida es buena en España. No he tenido problemas en ninguno de los sitios en los que he estado. Todo el mundo me ha aceptado bien. Me gusta la mentalidad de este país, su manera de vivir. Es parecido al nuestro (bosnio). A la gente le gusta salir con los amigos. No es una vida fría y cerrada como en Finlandia, donde he vivido. Me gusta España y me siento honrado por haber estado en los clubes en los que he jugado hasta ahora. El deseo de muchos jugadores es estar en la ACB.

– Parecía que había encontrado su sitio en Bilbao. Querido por la afición, respetado por el técnico y los compañeros, con minutos... y recibirá al Surne con el Zaragoza. ¿Por qué se fue?

– Me fui porque pensaba que en este momento de mi vida era lo mejor. He pedido consejo a mi gente y al final he tomado una decisión. Viviré con ella. En Bilbao siempre he estado bien. Nunca he dicho que me quedaría al cien por cien. Estoy muy agradecido al Bilbao Basket por haberme dado una oportunidad cuando estaba lesionado en mi primer año. No quiero justificarme ante nadie porque no tengo por qué hacerlo. El que quiera entenderme, me entenderá; el que no, pues no lo hará. Tengo muchos amigos en Bilbao dentro y fuera del baloncesto. Me mandan mensajes después de los partidos, me siguen y les estoy agradecido.

– ¿Está tranquilo?

– Sí, por supuesto. Allí donde he estado lo he dado todo. El año pasado, en Bilbao, tuve una de las temporadas más difíciles en el plano psicológico.

– ¿Por qué?

– Porque vine de la selección sin estar preparado. Ni jugaba ni entrenaba. Luego, cuando cogí el ritmo, me lesioné los dos tobillos. Jugué dos-tres meses lesionado. Tenía dolores y a veces no podía ni andar. Un día entrenaba y otro no. Quería estar con el equipo, darlo todo. Siempre he dicho que estoy muy agradecido a Jaume por haber tenido paciencia conmigo. Solo tengo palabras bonitas hacia él.

– Habla de Ponsarnau.

– Sí. La vida del deportista es así, no siempre puedes contentar a todo el mundo. El que quiera entenderme, lo hará; el que no, pues no. Cuando tomo una decisión vivo con ella, sea como sea.

– Vino al Bilbao Basket del Breogán, se fue al Tenerife y regresó a Miribilla para salir otra vez. ¿Habrá una tercera etapa como hombre de negro?

– Nunca sabes lo que te trae la vida. No sabes qué pasará mañana y no dentro de unos años. Nunca digo no a nada. La vida está llena de sorpresas. Ahora estoy aquí, centrado en ayudar al equipo y en progresar día a día.

Killeya-Jones, «un acierto»

– ¿Qué le parece este Surne?

– Les sigo y veo todos sus partidos. Me parece que juegan un buen baloncesto. En todos los partidos menos en uno, el del Baskonia, han ganado o han estado cerca de hacerlo. Adam Smith se ha quedado, su arma principal, pero luego están Rabaseda y Reyes. Killeya-Jones ha sido todo un acierto. Es un equipo sólido y con buena química. Eso es más importante que tener estrellas.

– ¿Dónde lo ve en esta ACB? ¿Pasará apuros?

– En esta liga nunca puedes sentirte seguro. Dos-tres victorias te pueden meter en el play-off y dos-tres derrotas te meten en la lucha por la salvación. Al Bilbao Basket le deseo lo mejor. Como ciudad y club merecen estar siempre en la ACB. También deseo lo mejor a los jugadores. Hemos estado muy unidos, también con Jaume. Ojalá tengan éxito siempre.

– El Zaragoza ha empezado mal, pero parece haber enderezado el rumbo. ¿Qué significa el partido ante el Surne?

– Empezamos con muchas turbulencias, bastantes salidas y lesiones. No hemos podido entrenar juntos ni construir esa química, el conocimiento mutuo. Del año pasado solo siguen dos jugadores. El equipo es nuevo. Necesitamos tiempo porque no hemos hecho la pretemporada todos juntos. No tuvimos un buen comienzo y cada partido es importante. Cuanto antes empecemos a jugar bien y ganar, la vida será más sencilla. Ganar al Bilbao Basket nos daría mucha confianza.

– Vienen de arrollar al Joventut y de ganar en Europa a domicilio al Kalev/Cramo. ¿Son favoritos ante el Surne?

– Los únicos favoritos en esta liga son los de arriba, Real Madrid, Barcelona, Valencia y Baskonia. El resto... Igual te dicen que eres favorito por jugar en casa, pero ganar fuera vale casi el doble. Estoy seguro de que el Bilbao Basket vendrá motivado al máximo. Tenemos que afrontar el partido con seriedad porque sabemos que ellos no vendrán con la bandera blanca. Aquí nadie regala nada.

– Decía que ha dejado muchos amigos en el Bilbao Basket, pero si tiene que pegar duro, pegará.

– Ja, ja, ja. El año pasado me decían en Tenerife que jugaba contra mi exequipo. Fuera del campo son mis amigos, dentro solo tengo a mis compañeros que son mi familia y me dejo la vida por ellos. En los 40 minutos del partido no quiero saber nada de nadie. Luego... Al Bilbao Basket le deseo lo mejor, que las lesiones les respeten y que tengan un año exitoso.