Bilbao Basket 98-103 Valencia

El Bilbao Basket pierde en las alturas

No será porque no lo había advertido Ponsarnau, un mensaje machacón que insistía en la afición del Valencia por el triple y el rebote ofensivo. Tiraban todos desde los 6,75, hasta el utillero y la mascota, tiraban hasta las zapatillas, y el mayor problema aparecía cuando lo hacían los hombres altos, los cincos, como Costello y Reuvers. Obligaban salir a Marvin Jones y a Hlinason y dejar la pintura sin las defensas aéreas. Los de Pedro Martínez lanzaron diez veces desde la línea mágica en el cuarto inicial y convirtieron seis, un porcentaje bestial. Aquello parecía la NBA, 'running and shooting', con los taronja pidiendo hielo para enfriar las muñecas. Acabaron con 38 intentos de tres y 12 conversiones. Los hombres de negro no se volvieron locos. Trabajaron en la construcción de su baloncesto y abajo trataban de ajustar las defensas. El trío compuesto por Frey, Kullamae y Marvin Jones, un señor que vive feliz en las alturas, tiró del carro e invitó al resto a subirse.

Tras un inicio de 0-8, con el joven De Larrea haciendo diabluras, los hombres de negro se rebelaron con un parcial de 18-4 que les permitió ponerse por delante (18-17). El Valencia seguía a lo suyo, grapado en el perímetro, donde parecía que todo el mundo tenía una equis marcada. Un dato: se fue al descanso con 24 triples intentados y nueve convertidos. Había lanzado más de tres que de dos (18). Así que perfil del encuentro era de un continuo intercambio de golpes, plomo por un lado y por el otro, lluvia de metales pesados que traspasaba las defensas. Kullamae trabajaba a las mil maravillas con las penetraciones, Marvin Jones jugaba por encima del aro y Frey encadenó un par de balazos desde la línea mágica para poner a Miribilla de pie. El Surne aguantó a los de Pedro Martínez, que contaban con el recuperado Montero, y cerró el cuarto inicial uno arriba (27-26).

No había pausa en el partido, con mucho ritmo y transiciones rápidas, escenario en el que apareció Ali con un triple y un tiro libre. Marvin Jones era un dolor de muelas para los hombres altos del Valencia, incapaces de desconectarle de sus suministradores. Cinco puntos seguidos del americano pusieron ocho arriba al Bilbao Basket (36-28), cada vez más entonado. Un parcial de 7-2 permitió a los de negro abrir una brecha de dos dígitos (50-39), y luego dos puntos de Ali dieron la máxima: un +12 (54-42). Los taronja respondieron con un 0-7 que dejó al Surne cinco arriba al descanso (54-49).

Hasta el final

Volvieron los vizcaínos afilados, con un mate de Rabaseda y un triple de Kullamae, fantástico en la lectura de juego. Diez arriba de nuevo (59-49), pero el Valencia se colgó del brazo de Costello y Puerto para fabricar un parcial de 6-17 que colocó a los visitantes uno arriba (65-64). Replicó Gielo desde los 6,75 y luego sacó falta para irse a la línea de castigo con tres tiros libres. El rebote seguía siendo un problemón, la madre de todas las batallas, la herida por la que se desangraba el equipo. Varios aciertos de Ojeleye dieron a los visitantes un más cinco en la recta final del tercer período (72-77), que Ali dejó en un 75-77 a falta del último cuarto.

Pelearon con todo los de Ponsarnau, también sacado de quicio por los árbitros, y estuvieron en el partido hasta el final. De ello se encargó Ali, quien despertó con un tres de cuatro en triples en los diez minutos finales para acabar como el máximo anotador del duelo (20), seguido por Kullamae (17) y Gielo (15), también valiente en los momentos calientes. El Valencia se fue nueve arriba (84-93), pero los vizcaínos apretaron y se pusieron a cuatro y posesión a falta de 1'27. Entonces Frey, presa del cansancio, entregó la pelota directamente a Jean Montero. Fin de la película. Gielo siguió buscando un milagro que no llegó, con Miribilla de las uñas con el trío arbitral.