El Bilbao Basket da un golpe de efecto con la renovación de Adam Smith

Conservar a Smith es un golpe de efecto que pocos se esperaban en la ACB. Todo el mundo daba por hecho que vestiría otra camiseta en la temporada 2023-2024, pero el Bilbao Basket no dejó de trabajar en la continuidad de un hombre que le había dado muchas alegrías desde el perímetro. Con la firma del nuevo contrato, válido por otra temporada, la posición de dos está cubierta con garantías. El de Atlanta será el integrante de la primera unidad, muy bien escoltado por el estonio Kristian Kullamaee -solo falta realizar el anuncio oficial de su fichaje- y el capitán Tomeu Rigo. Un gran noticia para Jaume Ponsarnau, quien ya sabe que podrá contar con la muñeca de un escolta que no hace prisioneros. El Surne ha obrado un pequeño milagro con la renovación del americano, un seguro de vida que dará buena cobertura a la franquicia de Miribilla.

El escolta estadounidense ha dado un gran rendimiento en su campaña de estreno en la ACB. Vino a sustituir al gravemente lesionado Andrew Goudeolck, jugador sobre el que iba a pivotar el proyecto 2022-2023 con Ponsarnau en el banquillo, y suplió con solvencia a la 'mini mamba', cortada finalmente por el Surne. En un año repleto de problemas físicos, con hasta 11 hombres de negro 'tocados' o desactivados durante períodos más o menos largos, Smith nunca ha dejado de estar disponible. Incluso tuvo que echar una mano como base ante las ausencias de Hakanson y Radicevic y siempre ha estado disponible. Hasta llegó a competir con el meñique izquierdo roto, como avanzó este periódico, justo antes de las ventanas FIBA de febrero. No quiso parar, sino ayudar al equipos en momentos complicados.

El de Atlanta es un dos de libro y es allí donde más aporta, con un primer paso rapidísimo, un 'crossover' difícil de defender y un buen tiro exterior. Tanto es así que ha acreditado un 40,8% desde el triple (75 de 184) en la campaña que acaba de terminar, su arma preferida junto a las penetraciones con bandeja, y un 45,2% en lanzamientos de dos. Ha promediado 14,2 puntos por partido y acabó como el segundo máximo anotador de la ACB con 484, solo superado por Jerrick Harding (518). Y seguirá a las órdenes de Ponsarnau, en un nuevo proyecto que empieza a tomar forma y buen aspecto. Su mejor partido con la camiseta del Bilbao Basket fue contra el Manresa en Miribilla. Aquel 29 de abril, con casi 8.000 espectadores en las gradas, el estadounidense hizo 28 puntos sin fallo en tiros de dos (4 de 4) y con un 6 de 10 en triples para un total de 32 de valoración. Fue el MVP de la jornada 30. En 24 de los 34 encuentros de la ACB, el escolta terminó con dobles dígitos en el apartado de la anotación.

Los contornos del nuevo Surne empiezan a asomar en el horizonte. Aún faltan piezas por incorporar, pero la estructura avanza. Pantzar está fichado, al igual que Kullamaee, Smith, Rabaseda, Reyes y Andersson están atados -Rigo también rubricará su continuidad-, mientras que se sigue negociando con Sulejmanovic. Se trabaja en otras posiciones, fundamentalmente en la de los pívots, y todo va según lo previsto. Retener al francotirador de Atlanta da mucha tranquilidad al club y el cuerpo técnico.