Bilbao Basket 84 - Real Madrid 87
Una resistencia heroica sin premioJornada 9 ·
Un inmenso Surne cae en un partido brutal ante un Madrid que salió con vida gracias a dos triples milagro de Campazzo y HezonjaSecciones
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Bilbao Basket 84 - Real Madrid 87
Una resistencia heroica sin premioJornada 9 ·
Un inmenso Surne cae en un partido brutal ante un Madrid que salió con vida gracias a dos triples milagro de Campazzo y HezonjaNunca bajaron los brazos, ni cuando más dolían de tanto remar ante un océano inabarcable como es el Real Madrid. El Bilbao Basket ha llevado este domingo al límite al equipo más en forma de Europa y si no acabó con su racha de 16 ... victorias seguidas fue por detalles ínfimos y dos triples imposibles convertidos en los segundos de la verdad por Facu Campazzo y Mario Hezonja. Se los inventaron el argentino y el croata, este último sobre la bocina a 1'20 para el final y con el 77-79 en el marcador, dos bombas que acabaron por reventar el suelo que pisaban los hombres de negro. Habían fabricado un parcial brutal de 14-0 para ponerse cuatro arriba a falta de menos de cinco minutos para la conclusión del choque (72-68), pero entonces apareció el poder del dinero. Los blancos pagan millonadas para que sus estrellas brillen en situaciones límite. Solo así, con dos canastones, fueron capaces de romper la resistencia.
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A nadie se le escapaba que enfrente estaba una muralla más larga y alta que la china. Cuando el Bilbao Basket atacaba al principio no se veían espacios, todo ocupado por la montaña Tavares y compañía. El Madrid jugaba a placer y los hombres de negro padecían de ceguera ofensiva, causada por la interminable valla blanca. Pero una de las virtudes de los vizcaínos es su insistencia, carácter y orgullo, por muy mal que vayan las cosas. En un abrir y cerrar de ojos se vieron nueve abajo (7-16), víctimas de un inspirado Deck, al que no conseguía defender Andersson, y Ponsarnau tuvo que gastar su primer tiempo muerto. Apareció Kullamae para tirar del carro con cinco puntos, la única luz en un primer cuarto dominado por los blancos. El 11-20 con el que se cerró reflejaba su superioridad.
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Hezonja anotó y los 'merengues' ya doblaban a los bilbaínos en el marcador (11-22). Miribilla, ruidoso y lleno hasta la bandera, dio la mano al equipo y lo levantó. Lo hizo la grada y un magnífico Pantzar, quien llamó a los suyos a la rebelión. Un parcial de 11-2 de los locales fabricado gracias al base sueco –robos, buenas defensas, ayudas para acabar con 15 puntos y 21 de valoración– acercó a dos a los de Ponsarnau (22-24). Chus Mateo se vio obligado a parar el partido porque en su pared empezaban a verse fisuras. Con toda la dificultad que implicaba medirse a un Madrid invicto, los árbitros se sumaron a la fiesta. Las estrellas blancas gozaban de una protección mayor que la del lince ibérico o foca monje del mediterráneo, sobre todo Tavares, al que no se le podía ni toser. Si tosías era falta. Se equivocaban tanto que tuvieron que rectificar en los tres 'challenge' solicitados por Ponsarnau. Un detalle: los visitantes llegaron al descanso con seis personales y los de negro con 11. Acabaron con 31 tiros libres por los 23 locales.
Rebelión incompleta
El caso es que el segundo cuarto rehabilitó al Bilbao Basket y le dio un chute de confianza. Una canasta de Killeya-Jones igualó el choque a 26 y a falta de 3'41 para el descanso un triple de Tsalmpouris puso por primera vez en ventaja a los de casa (29-28). Amplió la ventaja el griego con otra canasta, pero Hezonja y luego Yabusele respondieron. Ahora bien, al Madrid ya no le resultaba tan sencillo defender y anotar porque los de negro competían con una intensidad extraordinaria. El duelo se paró unos minutos para arreglar la red de una de las canastas, y luego un acierto de Causeur sobre la bocina desde los 6,75 cerró la primera mitad con la franquicia de Miribilla tres abajo (33-36)..
Un 1-8 a la salida de los vestuarios dejó un rato clavado al Surne, que encima vio cómo el trío arbitral señalaba una técnica a Rabaseda y otra a Ponsarnau por protestar dos decisiones erróneas. Pero no se vinieron abajo los de negro a pesar de verse 14 abajo (43-57). Tsalmpouris, De Ridder –valentía pura– y Reyes suturaron la brecha por la que amenazaba con desangrarse el equipo y cerraron el tercer período solo siete abajo (56-63). Había vida.
La locura se desató en el período final. El Madrid se puso diez arriba (58-68) y lejos de hundirse, el Bilbao Basket se agarró a Kullamae (17 puntos) y a un brillante Pantzar para fabricar un parcial de 14-0. Cuatro arriba a falta de 4'40 (72-68). Todo se igualó al extremo, el choque entró en la fase de infarto –Reyes hizo el 75-76– pero el desfibrilador estaba en la manos de Campazzo y Hezonja. El Surne brindó una resistencia heroica, a la que solo le faltó el premio de un triunfo colosal.
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