El Bilbao Basket quiere otro pasaporte europeo

A priori, no resultará sencillo para el equipo vizcaíno imponerse al Dinamo Sassari italiano, que, aunque ocupa la última plaza del grupo L, sus escasas opciones de clasificación para cuartos pasan por llevarse un resultado positivo de la capital vizcaína. El Surne se impuso en Cerdeña por un ajustado 89-91 en un duelo donde «tuvimos de los «mejores índices ofensivos de la temporada, con rachas muy, muy buenas. En el momento que esta racha no acompañó, sufrimos, pero acabamos ganando el partido con eficacia» recordó ayer Jaume Ponsarnau.

El Sassari empleará todas sus armas para agarrarse a Europa y su forma de juego complicará al Bilbao Basket. Ponsarnau insiste en que «ellos tenían dinamismo y muy buenos tiradores de tres puntos, difíciles de defender porque tiran muy rápido. Allí no encontramos la forma de ser sólidos para defenderles. Nos costó muchísimo. Es un equipo que nos va mal porque sus pívots son muy dinámicos, se mueven mucho y a nuestra defensa táctica le cuesta».

En caso de derrota, el entrenador catalán apuntó que aún «nos queda un margen en el que dependemos de nosotros mismos. Eso me permite ver el partido de mañana como un partido importante pero no decisivo. En esos equilibrios que como entrenador tengo que buscar, pues algún pequeño riesgo a lo mejor tomo, pero sabemos lo bueno que sería ganar y queremos ganar el partido».

Mientras tanto, la vida interna del equipo se anima con la recién llegada del escolta dominicano Omar Silverio, la incorporación al trabajo del grupo de Bassala Bagayoko y la recuperación de Kristian Kullamae. Es más que probable que Silverio debute como hombre de negro ante el Sassari y que Bagayoko forme parte de la convocatoria.

Sobre el caribeño, Ponsarnau afirma que «tiene ganas de aprender e integrarse, y tiene talento. Intentamos integrarle lo más pronto posible y puede ser que juegue el partido de este miércoles». Describe el preparador a su nuevo pupilo como «un jugador que puede crearse sus propios tiros, también desde la línea de tres puntos. Tiene la capacidad se sacar ventajas que no sólo son individualistas, sino también colectivas porque también tiene pase. En defensa tiene buen físico y actitud. Buscábamos un jugador que tuviera amenaza de triple y él la tiene».

Sobre Bagayoko, un maliense de 18 años y 2,07 metros que sufrió una grave lesión en 2022 y que el Bilbao Basket le ha fichado hasta 2028, Ponsarnau tiene planes definidos. El técnico quiere «conocerlo y ayudarle a que vuelva ser jugador de baloncesto, hace años que no es jugador de baloncesto. Me encanta trabajar con él, es un chico fantástico, tiene muy buena actitud y le hace mucha ilusión. Está superilusionado. Ayer fue el primer día que entró en dinámica absolutamente normal... Vamos a ayudarle para que coja el tono de lo que es jugar realmente a baloncesto». El interior africano se convirtió en la temporada 2020-21 en el jugador más joven en debutar en Liga Endesa, haciéndolo con el Fuenlabrada con tan sólo 14 años, 7 meses y 15 días, superando el récord de precocidad de Ricky Rubio.