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Jaume Ponsarnau tiene una frase recurrente con la que suele recordar cuál es el sitio del Bilbao Basket en esta liga. «Queremos ser uno de ... los 16 mejores equipos de la ACB». Una manera elegante de decir que la salvación es la prioridad absoluta y que no existen más cuentas que la de llegar a las 12 victorias, frontera que normalmente garantiza la tranquilidad y la continuidad en la élite. A partir de ahí, se abriría un nuevo camino pendiente de ser explorado. El entrenador del Surne pronunció esta frase el día de su presentación y volvió a rescatarla después del triunfo del sábado contra el Gran Canaria, sexto en diez jornadas. Una cosecha extraordinaria, que aleja del abismo a los hombres de negro -están a cuatro de la zona roja- y les mantiene entre los ocho mejores, a solo una victoria del tercero. Algo anecdótico, pero responde al cumplimiento de un plan en la fase clave de la temporada para los vizcaínos.
En la agenda de los hombres de negro había subrayadas varias fechas en rojo. El 20 de noviembre, el equipo abrió un tramo del campeonato fundamental en su lucha por la supervivencia en la ACB. Los compromisos domésticos se combinaban además con los internacionales y quien más quien menos temía que la carga de partidos, unida a los viajes, penalizara al Surne. Pero el plan está saliendo a pedir de boca por ahora, con la única salvedad de aquella inesperado resbalón ante el Igokea en la Champions. Después de cuatro derrotas en la Liga Endesa, el Bilbao Basket ha encadenado tres victorias frente a Fuenlabrada, Zaragoza y Gran Canaria. «Hablamos de cinco partidos que iban a marcar nuestros objetivos. Vamos tres de tres. Faltan dos, pero ahora solo existe el Obradoiro», apuntó Ponsarnau tras ganar a los canarios.
El técnico catalán se refiere así al choque de este domingo contra los gallegos, que vendrán después de dar la campanada contra el Barcelona, y luego frente al Manresa. Dos compromisos que redondearán el plan, consistente en asegurar el suelo que se pisa, hacer el colchón más gordo posible y afrontar con tranquilidad la recta final de la primera vuelta y también la segunda. Si los hombres de negro imponen su ley en Miribilla ante los santiagueses, el plan rozaría la perfección. Solo quedaría el encuentro en Manresa, donde habría que ir a por un rival hundido en la tabla. Incluso con sacar uno de estos dos duelos bastaría para dar por cumplida la hoja de ruta en una fase de calendario que ya está dando sus frutos. Ganar ambos colocaría al Surne en otra dimensión, aunque nadie en el club quiere mirar más allá del próximo partido. Día a día.
Una de las claves que explican las últimas tres victorias del Bilbao Basket tiene que ver con las prestaciones defensivas del equipo. El Surne ha encajado una media de 73,6 puntos por partido, una cifra que permite pensar en clave de triunfo, porque en este mismo período ha anotado 86,3. Y no solo eso: los de Ponsarnau son el tercer conjunto de la liga en rebotes en pintura propia (25,8) y el segundo que más tapones pone (3,60), solo superado por el Real Madrid. En este sentido, Kyser y Withey son los controladores aéreos de la franquicia de Miribilla. Ser fuertes bajo su aro es imprescindible para crecer en el ataque.
Al Bilbao Basket le quedan cinco partidos antes de que acabe el año: tres de la ACB -Obradoiro, Manresa y Real Madrid- y dos de la Champions -Bahcesehir y Nymburk-. El objetivo es claro: engordar el casillero de victorias en la competición doméstica y obtener la clasificación directa para los octavos de final en Europa. Solo lo da el primer puesto, que evitaría una incómoda serie de 'play-in' en enero y no apretaría un calendario ya de por sí cargado.
El Lenovo Tenerife de Txus Vidorreta sigue firme en lo más alto de la clasificación de la ACB. Los canarios se impusieron ayer con facilidad al Fuenlabrada (97-72), un partido que quedó prácticamente sentenciado en el descanso. El tercer cuarto (28-17) solo confirmó la sentencia. Los isleños son líderes en solitario con un balance de nueve victorias y una derrota. En cuanto al resto de los encuentros disputados ayer, el Breogán se impuso al Girona (66-76), el Baskonia arrolló al Murcia (102-73) y el Real Madrid se deshizo del Valencia de Mumbrú (79-62).
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