El Bilbao Basket da un paso de gigante para clasificarse para la Europe Cup

Ponga un Hlinason en su vida. Si la progresión del gigante islandés sigue por el camino que se adivina, lleno de tapones, intimidación, mates, cambios de tiros ajenos y hasta asistencias, el Bilbao Basket puede frotarse las manos hasta hacer fuego. El pívot no tardó nada en cambiar la dinámica del primer cuarto con ocho puntos seguidos y una 'txapela' marca Elosegui, un poste contra el que se estrellaban una y otra vez los jugadores exteriores e interiores del Neptunas; un rival que abrió el partido con un 4-0 gracias a las conversiones de un buen Waterman y el infinito Pavelka. Entonces apareció Gielo con un dos más uno –por cierto, el jugador descartado fue De Ridder para que puediera entrar Taboada como el quinto cupo exigido por la FIBA– y la torre nórdica no paraba de dar sombra. Hlinason acabó con nueve punto sin fallo, tres rebotes y tres pases de canasta para un total de 16 de valoración.

El Bilbao Basket firmó un delicioso parcial de 0-13 que permitió pasar del 6-3 al 6-16. Berucka cortó la sangría, pero un triple de Dragic dio de nuevo la ventaja máxima a los hombres de negro (9-19). Jugaban con el frac y la pajarita, bien dirigidos por un magnífico Pantzar, cuando llegó un apagón en forma de una serie de 10-2 que encendió a los lituanos. Entre Buie, Pacevicius y Gailius minimizaron los daños y apretaron el choque, que los vizcaínos cerraron dos arriba al término de los 10 minutos iniciales (19-21). No fluía del todo el Surne, por momentos atascado en el ataque –tardó más de cuatro minutos en anotar entre el primer y el segundo cuarto–, pero trabajaba sin desordenarse.

El Neptunas se puso por delante con una canasta de Johnson (22-21), la última ventaja de los locales, mientras Ali y Kullamae buscaban el camino hacia el aro rival. Pantzar tiró del carro con cinco puntos seguidos y de nuevo Hlinason invitó a los suyos a ir a la guerra. Los hombres de negro dieron un estirón con una contra culminada por Sylla (27-34) que selló un parcial de 0-6. Frey apareció con un triple y el Bilbao Basket se marchó al descanso seis arriba (31-37) y sensaciones bastante positivas. Buenos minutos de Sylla, quien aportó canastas y físico.

Canasta de Frey

Ya quedaban pocas dudas de que el fondo de armario del Surne era mayor que el del Neptunas, sostenido por siete-ocho jugadores liderados por Waterman, Pavelka y la interesante muñeca de Girdziunas, además de una mayor calidad y cantidad de recursos alojados en el bando visitante. Pantzar se había puesto el uniforme de general, dirigía, servía y anotaba, el mejor amigo de los que vestían de negro. Acabó con 14 puntos, 8 rebotes, 6 asistencias y 27 de valoración. MVP de libro. Marvin Jones cogió el testigo de Hlinason y se marcó un pequeño show en el tercer cuarto con cinco puntos seguidos adornados por un matazo sideral. El equipo se fue de nuevo diez arriba (43-53), pero un triplazo de Gailius redujo la ventaja a siete a falta del último período.

Kullamae tenía el aro entre ceja y ceja, por momentos obcecado con anotar y negado desde los 6'75 –acabó con un cero de cuatro, y el equipo firmó un 6 de 23 (26%) –, pero no se arrugó, encotró canastas de dos y desde la líena de castigo. El Neptunas hacía la goma y con el 55-65 dio el último estirón para ponerse a tres (64-67). Pero una canasta de Frey hundió sus esperanzas de remontada. Queda Miribilla, donde el trabajo debe ser terminado.