«El Bilbao Basket no es ninguna broma, es la sorpresa de la ACB»

- Se rompió el 15 de septiembre de 2018. ¿Cómo recuerda el momento y qué se le pasó por la cabeza?

- (Resopla). No sé si quiero acordarme. Fue duro. Llevaba cuatro años peleando por hacerme con un hueco en la ACB, por tener minutos. Cuando lo conseguí me pasó lo que me pasó, en el Murcia. Sabía que era algo grave. No me hacían falta pruebas. Sabía que me había roto.

- Dejó el Bilbao Basket y fichó por el UCAM Murcia, con el que apenas pudo jugar dos partidos. ¿Dudó de si volvería a estar como antes?

- Tenía a dos amigos, uno de ellos Ognjen Kuzmic -pívot del Estrella Roja e internacional con Serbia-, que habían pasado por lo mismo. Hablamos mucho. Conocía su historia y sabía que iba a estar fuera un tiempo. Jamás dudé de que volvería a jugar al baloncesto. Sabía lo que tenía que hacer y lo hice.

- Nació en 1994 en Bosnia, en plena guerra. ¿Cómo fue su niñez?

- Afortunadamente, mis padres se fueron pronto y me protegieron de todo aquello. No recuerdo nada. Era muy pequeño. Mi hermano, que es cinco años mayor que yo, me dice que conserva algunas imágenes. Yo era un bebé y me llevaron a Serbia. Solo una cosa respecto a esto: las guerras, lejos, no quiero saber nada.

- En el Bilbao Basket está Emir Sulejmanovic, quien también nació durante la guerra de Bosnia. Vino al mundo en un bosque.

- ¡Emir es mi hermano! Claro que conozco su historia. El baloncesto nos une y nos permite vivir cosas increíbles, forjar amistades que son para siempre. Debemos dar las gracias todos los días por dedicarnos al basket. Gracias a este deporte, he visto y he sentido cosas que el 95% de las personas no experimentará nunca. Hablé con Emir el lunes por la noche. A ver si podemos organizar algo para comer o cenar. Sé lo que le pasó. Es mi hermano.

- Vino a España muy joven, con 17 años. ¿Tenía claro que el baloncesto era su pasaporte al mundo?

- No lo sé. Lo que sí sé es que siempre he querido jugar al baloncesto, ser profesional. Ir al Unicaja fue mi decisión. ¿Sabe qué? Ni se lo pregunté a mis padres. Ahora que lo pienso me río. Mi agente me llamó y me preguntó si quería irme a Málaga. 'Mañana mismo', le dije. Ni lo consulté con mis padres. Evidentemente, luego les llamó y les contó todo, pero yo ya había dicho que sí.

- Con 20 años recaló en el Bilbao Basket, club que le abrió las puertas de la ACB. ¿Cómo lo recuerda?

- Mi llegada fue complicada. Venía recién operado de la muñeca. En mi primer mes en Bilbao todavía llevaba la escayola y no hice más de la mitad de la pretemporada. Necesitaba recuperarme y aquello tenía sus plazos. ¡Encima era mi mano tiradora! Hicimos una gran temporada y acabé jugando, con más de 24 minutos de media por partido.

- Jugó cuatro temporadas en Bilbao. ¿Con qué momentos se quedaría, los buenos y los malos?

- Disfrutamos de grandes temporadas y de éxitos deportivos. Jugamos la Copa un par de años y hasta echamos al Barcelona en cuartos. También conocí a gente fantástica, amigos para toda la vida. Como por ejemplo al fisio Aitz Landaida, con el que sigo trabajando, o Borja Mendia, mi hermano. ¿Lo peor? El descenso. Dolió. Tuvimos a tres entrenadores en pocos meses, nada iba bien.

- ¿Jugar en Miribilla será especial?

- ¡Por supuesto! Voy a estar en mi segunda casa. Bilbao es mi hogar. Tengo mucha gente con la que estoy en contacto, incluso con sus familias. Para mí es un partido especial y un fin de semana genial. Tengo que mentalizarme para estar centrado y pensar solo en el partido, no en lo que le rodea. Cuando salgamos de Miribilla ya veremos qué pasa.

- Vienen de apalizar al Baskonia y el Bilbao Basket de caer ante el Joventut. ¿Importa?

- Nada. No importa lo más mínimo. Cada partido es un mundo. Bilbao está haciendo una temporada fantástica y cuenta con un par de jugadores a los que cuesta defender.

- ¿Quiénes?

- Brown y Bouteille. Juegan bien y están a un nivel altísimo. Luego tienen al chico ese rubio, el cinco...

- Lammers.

- No hace más que saltar y machacar. Álex (Mumbrú) ha hecho un buen trabajo con los jugadores, ha compuesto un equipo serio. El Bilbao Basket no es ninguna broma, es la sorpresa de la ACB. Nos espera un partido durísimo.

- Fuera solo han ganado un partido y el RETAbet ha perdido uno en casa. Duelo de dinámicas.

- Tal cual. Nosotros hemos tenido problemillas fuera de casa. Ahora afrontaremos a un equipo peligroso y que cuenta con una afición espectacular. Será un partido interesante de jugar y de ver. Encima va a haber una buena entrada. Para mí, el público de Miribilla es el mejor de la ACB. Sigue igual. No ha cambiado.

- Hablaba antes de Bouteille. Igual le toca emparejarse con él.

- Seguro. Saltarán chispas.

- ¿Le gustaría volver a ser un hombre de negro otra vez?

- Por supuesto, seguro. Adoro Bilbao. Cuando estaba allí me sentía muy bien. Si alguna vez se me presenta la oportunidad de jugar en el Bilbao Basket, la aceptaría.