Bilbao Basket 92-71 Joventut
La revancha viene acompañada de la tranquilidad

Jornada 25 ·
El Bilbao Basket se venga de aquel triple de Feliz con una arrolladora victoria ante el Joventut y abraza la salvación virtual

Robert Basic

Domingo, 17 de marzo 2024, 14:58 | Actualizado 16:13h.

Aquel triple de 22 metros de Andrés Feliz era un puñal clavado en el corazón del Bilbao Basket. Llevaba ahí desde noviembre, cuando un partido ganado en el Olímpico de Badalona se perdió sobre la bocina tras una serie de catastróficas desdichas. Afectó muchísimo a ... la plantilla en general y a Kristian Kullamae en particular, autor de aquel tiro librerado fallado que hubiera dado la victoria a un equipo necesitado de alegrías. El Surne ha esperado cuatro meses para dejar de sangrar y cerrar la herida. Lo ha hecho este domingo con un arrollador triunfo ante el Joventut (92-71), que acabó siendo un juguete roto en las manos de los hombres de negro. La inercia positiva de la hazaña europea impulsó a los vizcaínos, que con diez triunfos en el casillero abrazan la salvación virtual. Con su quinta victoria seguida en Miribilla en la ACB, a cuatro de los puestos de descenso, los muchachos de Jaume Ponsarnau están en un gran momento gracias a su baloncesto coral y una impecable actitud defensiva.

Había ganas de ver a los hombres de negro cuatro días después del milagro polaco. ¿Defenderían igual? ¿Morderían como si cada posesión fuera la última? Igualar la intensidad del miércoles eran palabras mayores, un compromiso de volver a competir con las pinturas de guerra puestas, y el Surne se aproximó al derroche de energía desplegado ante el Legia. Enfrente estaba un señor equipo con gente como Feliz, Evans, Andrews, Brodziansky, Cook y un tal Ante Tomic, diamita, kilos y centímetros, y los 'nacidos del hierro' bajaron a la mina y dinamitaron a la 'Penya'. Picaban piedra y trataban de correr. La igualdad era máxima en un primer cuarto en el que el Joventut se fue cinco arriba (4-9), pero los de Ponsarnau suturaron la brecha con los aciertos de Killeya-Jones y Reyes. Intercambiaban los golpes, siempre cerca en el marcador, hasta que despertó Keith Hornsby. Cerró el período inicial con un triple para poner dos arriba a los suyos (22-20) y dar paso a un parcial de 10-0.

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Lo fabricaron entre Hlinason -magnífica actuación del pívot, con 14 puntos, 8 rebotes y 26 de valoración-, un muy gremial Smith y el propio escolta americano, que obligó a Carles Duran a parar el partido porque el Surne había metido la primera cornada (29-20). Un triple de Evans fue respondido por otro de Hornsby, quien se fue al descanso como el máximo anotador local (11). Los hombres de negro viajaban con el acelerador pisado a fondo y llegaron a ponerse 11 arriba (39-28), pero entonces apareció Tomic y la 'Penya' firmó una serie de 0-7. Andersson, inmenso en las labores defensivas, se cargó con tres personales y De Ridder tenía dos, intensos a la hora de meter el cuerpo y las manos. Los tiros libres volvieron a ser un dolor de muelas con un dos de seis en la primera parte -acabaron con 12 de 22-, aunque los vizcaínos ganaron se fueron a la caseta con una ventaja de cuatro puntos (44-40).

Martillo pilón

Estaba claro que tocaba seguir con el mono de trabajo puesto. Feliz hacía cada vez más daño, apoyado en un incombustible Tomic y los fogonazos de Evans, pero el Surne peleaba con el alma. Ahora se cree capaz de mover montañas y empuja ochomiles. El Joventut se puso a dos tras una más que rigurosa antideportiva de Killeya-Jones (53-51) y entonces los de Miribilla respondieron con un 13-4. Dos canastas seguidas de Pantzar dieron +9 a los de Ponsarnau (64-55), aunque la mala noticia eran las cuatro personales de De Ridder y Andersson. Más cargados que el trineo de Papá Noel en pleno reparto de regalos. Un tiro de dos de Hornsby colocó 11 arriba a los de negro, pero un triplazo de Evans mandó el encuentro al último cuarto con los locales ganando de ocho (66-58).

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La última ventaja de la 'Penya' había que buscarla en el primer cuarto. Fue aquel 19-20 tras una conversión de dos de Tomic. A partir de ahí, el choque se tiñó de negro y a los catalanes se les hizo de noche. Entre todos, el equipo apagó la luz y dejó a oscuras a un rival que ya no sabía por dónde le llovía el plomo. Hlinason se hizo más grande de lo que ya es bajo los aros, Smith hizo 12 puntos y dio seis asistencias, Kullamae se sacó la espina de noviembre con un partidazo en forma de 17 puntazos y Pantzar y compañía remataron la faena. Un parcial de 15-4 disparó a los locales hasta un +20 (82-62) y Renfroe cerró el choque con un acierto que dejó la victoria en un impresionante 92-71. Gasolina pura para un Bilbao Basket que la semana que viene recibe al Baskonia y luego abrirá en casa las semifinales de la Europe Cup ante el Chemnitz. Casi nada.