El Bilbao Basket inicia ante el Fuenlabrada un tramo clave del calendario

Al Bilbao Basket le ha venido bien el parón FIBA para estabilizar el pulso, trabajar con cierta calma y recuperar a los jugadores lesionados. Un par de semanas de tranquilidad en las que Emir Sulejmanovic y Álex Reyes han podido curar sus respectivos esguinces de tobillo, con un Nikola Radicevic a punto de reaparecer. El regreso del base serbio dará aire a la rotación del Surne, permitirá colocar las piezas en su sitio y recuperar el libreto del inicio de la temporada, cuando todo eran vino y rosas. También se han restañado las heridas anímicas, que precisan de un remedio definitivo en forma de victoria. Porque es el único escenario que contemplan los hombres de negro, derrotar a un Fuenlabrada al alza y rearmarse de cara a un mes y medio en el que pueden resolver buena parte de su futuro.

Ganar este domingo al abrigo de Miribilla se antoja fundamental para asfaltar el camino hacia la tranquilidad. Sería un grandísimo punto de partida para enfrentarse luego al Zaragoza (fuera), Gran Canaria (casa), Obradoiro (casa) y Manresa (fuera), un total de cinco compromisos domésticos que se entremezclarán con los tres europeos -Igokea, Bahcesehir y Nymburk– en los que los hombres de negro tratarán de certificar la primera plaza que les daría el acceso directo a los octavos de final de la Basketball Champions League (BCL).