El Bilbao Basket llena de ilusión al hospital de Basurto

Allí se encontraba sentada sobre su cama Iris, una morena de sonrisa perenne que recibe los primeros regalos de los baloncestistas. Esta niña de 10 años se ha mostrado agradecida en una breve conversación con sus sorprendentes invitados. En una sala contigua, Rabaseda, con tanta envergadura como ternura, ha intentado calmar a un niño que no paraba de llorar. El ala-pívot lo ha conseguido con dos palabras y Harriet, de 35 meses, se ha tranquilizado y ya, tumbado sobre las sábanas, ha observado sin pestañear a cada uno de los hombres de negro.

Los tres gigantes han vuelvo a hacer magia, esta vez con Josué, un vivaracho de 2 años coronado con un gorro de lana. Antes de entrar en su habitación, el pequeño se encontraba en pleno llanto, pero se ha callado al ver las enormes figuras que entraban a su cuarto. Luego ha chocado las manos con los deportistas y les ha despedido con el pulgar hacia arriba. Izan, al que le gusta el baloncesto, ha respondido con monosílabos y muchas sonrisas a las preguntas de Ludde, Xavi y Emir. Estaba aún aturdido porque «le acaban de hacer un escáner y le han tenido que dormir», explicaba su madre.

La comitiva del Bilbao Basket también se ha fotografiado y charlado con el personal sanitario y el servicio de limpieza, y ha regalado entradas para el partido contra el Murcia en el Bilbao Arena el 8 de enero, todo ello firmando autógrafos a diestro y siniestro. Otra delegación del Surne, con el técnico Jaume Ponsarnau a la cabeza, se ha desplazado también al hospital de Cruces para visitar a los pequeños ingresados en el hospital baracaldés.