El Bilbao Basket gana con autoridad al Andorra
Matrícula de honor para abrir el curso en MiribillaEl Bilbao Basket gana con autoridad al Andorra
Matrícula de honor para abrir el curso en MiribillaLa primera canasta de la temporada fue de Tryggvi Hlinason. Un buen presagio para lo que vino después, un Bilbao Basket disfrazado de locomotora que arrolló al MoraBanc. Le atropelló y le hizo pasar por caja, donde le quitó el reloj y hasta el collar ... de la abuela. Los hombres de negro han sacado este domingo la matrícula de honor en la apertura del nuevo curso gracias a un trabajo coral y una defensa gremial que acabaron por desactivar al rival. Y sobre todo basaron su éxito en un tercer cuarto colosal con un 12-0 de salida en el que tomaron las dimensiones del ataúd andorrano. Llegaron a ir 28 arriba y acabaron ganando por 22. Miribilla despidió al equipo de pie y con una sonora ovación.
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Surne Bilbao Bilbao
Renfroe (7), Adam Smith (15), Rabaseda (6), Andersson (8) y Hlinason (6) -cinco inicial-; Pantzar (11), Kullamae (9), Alex Reyes (6), Tsalmpouris (10), Killeya-Jones (11), De Ridder (4) y Rigo (2).
95
-
73
MoraBanc Andorra
Rafa Luz (5), Borg (4), Okoye (2), Tyson Pérez (13) y Maric (2) -cinco inicial-; Markel Starks (14), Goudelock (13), Andric (5), Llovet (2), Dos Anjos (2), Juan Rubio (5) y Somogyi (6).
Arbitros; Martín Caballero, Alfonso Olivares y Esperanza Mendoza. Sin eliminados.
Incidencias: Partido de la primera jornada de la Liga Endesa 2023-2024 disputado en el Bilbao Arena de Miribilla ante unos 7.500 espectadores.
Y eso que había nervios antes del partido. Se notaba en el aire, en las caras de los jugadores y hasta en los reencuentros. Abrazos y saludos con Goudelock, Luz, Borg y Dos Anjos, todos ellos exhombres de negro con el escudo del Andorra cosido en el pecho, igualmente tensos. Les traicionaban los gestos, las miradas, las sonrisas que transmitían las ganas de empezar. El Bilbao Basket salió con un quinteto en el que estaba Adam Smith. Pese a tener el dedo corazón de su mano izquierda roto, convenientemente protegido. el escolta quiso jugar. «Estoy aquí para darlo todo», dijo unos días antes del arranque de la ACB. No iba de farol. En la pasada campaña compitió con un meñique fracturado y ayer repitió con una lesión parecida. Sus primeros puntos llegaron de un par de tiros libres y acabó como el máximo anotador con 15, a los que añadió seis asistencias y tres rebotes para el 22 de valoración.
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El Surne tomó el mando guiado por un inspirado Renfroe. El base empezó con una canasta de dos y un triple para poner al equipo tres arriba (7-4). El Andorra se apoyaba en Tyson Pérez y luego en Goudelock, imparable con sus penetraciones y 'medio bombitas'. Metió así ocho puntos sin fallo, cuatro de cuatro. Andersson trabajaba bien, valiente a la hora de encarar el aro, y luego Pantzar dio una marcha más al equipo. Hizo cinco puntos nada más salir –terminó con 11 y seis asistencias–, sacó varias faltas y escuchó a Miribilla corear su nombre. Nada mal para comenzar su andadura en esta ACB. Una canasta de Killeya-Jones, otro debutante que subió la temperatura ambiente, dio la máxima ventaja a los vizcaínos (23-17). Los de Ponsarnau cerraron el cuarto inicial seis arriba (29-23). Pintaba bien.
Un parcial de 12-0 y adiós
Picaban piedra los 'nacidos del hierro' hasta romperla. Pantzar puso a los hombres de negro ocho arriba (31-23) al comienzo de un segundo cuarto poco fluido, con bastante intercambio de errores. El Andorra ya no encontraba tan fácil a Goudelock y de ahí que reorientara su baloncesto hacia Tayson Pérez, un portento físico, y Markel Starks, muñeca caliente. El Surne iba a lo suyo y por fin logró una ventaja de dobles dígitos tras una entrada a tabla de Rabaseda (38-28). Hlinason dio un +12 al equipo, que obligó a Natxo Lezkano a pedir un tiempo muerto. Los visitantes respondieron con un 2-8 que forzó a Ponsarnau a parar el encuentro. Seis arriba al descanso y las espadas en todo lo alto (46-40).
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El paso por los vestuarios sentó de maravilla a los hombres de negro. Un parcial de 12-0 rubricado por Andersson, Hlinason, un desatado Killeya-Jones y Smith –era emocionante ver su uno contra uno con Goudelock, jugador al que reemplazó en Bilbao– puso 18 arriba a los de Miribilla (58-40). La gran defensa del Surne hizo que el Andorra tardara 7 minutos y 20 segundos en meter su primera canasta en la segunda parte. Un mate de Killeya-Jones en la cara de Maric puso de pie al pabellón. El pívot acabó sacándose una foto con el casco de minero. Le va la marcha.
El juego coral del Surne desarboló al rival y le hizo saltar en mil pedazos. Kullamae facturaba desde la discreción –parecía que no estaba e hizo nueve puntos antes de parar por una molestia lumbar, «nada grave», según Ponsarnau–, Tsalmpouris se gustaba, De Ridder estrenaba su casillero en la ACB y Miribilla explotó con una canasta de Rigo. 28 arriba (89-61). El partido terminó con el público de pie y una atronadora ovación para un equipo que le regaló una tarde feliz.
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