![El Bilbao Basket agradece la mejoría de Sulejmanovic](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202301/26/media/cortadas/bilbao%20basket-k75F-U190412786059qCB-1248x770@El%20Correo.jpg)
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Robert basic
Jueves, 26 de enero 2023, 18:57
Ha costado, pero el rendimiento de Emir Sulejmanovic empieza a ajustarse al verdadero potencial de un hombre que debe volar bajo el techo de Miribilla. El ala-pívot ha dado un paso al frente en los últimos dos meses y el Bilbao Basket agradece su versión guerrera, después de un mal comienzo debido a múltiples factores. El bosnio se incorporó tarde por su participación en el Eurobasket y luego sus tobillos limitaron su baloncesto. Le dieron muchos quebraderos de cabeza, pero poco a poco ha ido recuperando el terreno perdido y ahora ofrece lo que se espera de él: físico, pelea, rebote, intensidad y defensa. Y aún es capaz de dar más.
Los dos últimos partidos del bosnio ilustran a la perfección su perfil de jugador de equipo. Contra el Darüssafaka, en la Basketball Champions League (BCL), Sulejmanovic quiso jugar a pesar de haber pasado la noche en vela por fiebre. Tomó medicinas y saltó al parqué de Miribilla para medirse a los turcos. Hizo ocho puntos, cogió nueve rebotes y acabó con un 13 de valoración. Unos días antes, en el Palau Blaugrana, esta vez en la ACB, anotó nueve puntos, registró siete capturas y tuvo un 12 de valoración.
Buenos números
El Bilbao Basket consiguió que Sulejmanovic volviera tras su paso por el Tenerife, donde su cuota de protagonismo era baja. Regresó a la que fue su casa en 2019 y 2020, pero tardó en arrancar. Ahora ya se perfila como una de las figuras clave de este Surne, encantado con su mejoría. En los últimos 14 partidos entre ACB (10) y BCL(4), el bosnio ha promediado 7,2 puntos, 5,5 rebotes y 9,3 de valoración. Su trabajo en pintura, propia y ajena, es oro molido para el equipo.
Y ese es justo su juego, pelear todo y contra todos. Su trabajo no es meter 15 o más puntos –lo hizo en Girona y ante el Bahcesehir–, sino coger rebotes, defender duro y proteger el aro propio. Si el físico le respeta, el Bilbao Basket tendrá a su guerrero.
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