Bastante más que un francotirador

Sus números convierten en una gráfica fácilmente entendible su participación en los 26 minutos que le convirtieron, otra vez, en el hombre de negro más utilizado durante el encuentro. 16 puntos, con una secuencia de dos de tres en canastas simples y cuatro triples facturados de seis remitidos. Nada que objetar en el apartado tirador. Los tres únicos lanzamientos que hizo estuvieron bien ejecutados. Si acaso uno desde la línea mágica llevó una carga extra de deseo porque había enchufado los dos anteriores.

Sin que le cayeran en las manos se hizo con tres rebotes, un dato que debe ser manejado como halago en un grupo en el que en la casa del Brose no olieron uno Brown, Zyskowski y Huskic, poco disculpable en el caso del alero y el pívot.

Pero hay otro dato que engrandece su actuación. Dio cinco asistencias en otras tantas muestras de solidaridad. En dos de ellas, en el arranque del tercer cuarto, podía haber optado por el 'yo me lo guiso y yo me lo como', dado que se quedó con la posesión tras sendos robos. Lo tuvo claro. Proyectó una bandeja para Zyskowski en la primera y prologó un alley-oop de Aminu en la siguiente. La verdad es que se comporta como un jugador de equipo tratándose de un especialista anotador. Y el grupo lo agradece. Y la forma más visible de hacerlo es convertirle en su guía, sobre todo cuando la bola quema en las manos o las líneas de pase son casi invisibles. Asume la responsabilidad y apunta a que cuando se recuperen compañeros su juego y aportación pueden dar un salto cuantitativo importante.

Tuvo tres pérdidas, pero las enjugó con dos recuperaciones y un tapón. Consiguió 21 créditos de valoración que le convirtieron en el MVPdel partido. Fue el brote verde que se trajo el RETAbet de un viaje a Alemania que empezó resplandeciente para acabar envuelto en la penumbra.