Borrar
Urgente Grandes retenciones en La Avanzada, el Txorierri y Malmasín por varios accidentes
Adam Smith muestra unas baquetas ante una batería ubicada en una de las salas de Bilborock, que cedió sus instalaciones para el reportaje. Mireya López
Fuera de la zona (X)

La banda sonora de Adam Smith, el 'killer' de Atlanta

El escolta es un apasionado de la música: de niño tocaba la batería, tiene publicado un álbum de hip-hop, el segundo está grabado y pendiente de ser lanzado; alucina con la tortilla y el kalimotxo

Robert Basic

Bilbao

Martes, 2 de mayo 2023

La cita es a las 16 horas de un jueves. Adam Smith llega 15 minutos antes acompañado de su esposa, encantado de volver al Bilborock. «Yo ya he estado aquí», dice el escolta del Bilbao Basket en referencia al acto de presentación del equipo. Sube unas cuantas escaleras para tomar asiento en un estudio de grabación cedido por el espacio cultural, en el que se siente como en casa. La 'mano invisible' que mece la cuna de los hombres de negro es un melómano, licenciado en comunicación multimedia en Virginia Tech y con un máster en producción musical. En 2019 sacó su primer álbum titulado 'Across the Pond', grabado en Italia y compuesto por 10 temas. «Tengo el segundo listo, pero sin fecha de lanzamiento. Estoy esperando el momento adecuado. Me gusta que la música y el baloncesto estén separados. En estos momentos estoy centrado en el basket», aclara acomodado al lado de una mesa de mezclas. Un artista dentro y fuera de la cancha que se mueve entre dos mundos contectados por sus sonidos.

La vida de Adam Smith es una melodía que muta en función de su estado de ánimo. «La música ayuda a canalizar diferentes emociones. Es una manera que tengo de expresarme, al igual que el baloncesto. Empecé a grabar hace unos cuatro años, en plan entretenimiento. Me ayudó mentalmente. Fue una terapia. Escribir y pensar música permite que afloren sentimientos y emociones. Es un arte, al igual que el basket, donde busco nuevos movimientos, un tiro difícil». 'Across the Pond' salió en Italia, cuando un amigo del escolta fue a visitarle. «Estuvo un mes conmigo. Empezamos con las letras, nos divertíamos. El resultado nos pareció atractivo y nos dijimos: 'Deberíamos grabarlo solo por nosotros mismos'. Encontramos un estudio, el resto es historia».

El tirador desvela que de pequeño «tocaba la batería», pero en la universidad se especializó en la «producción de sonido». Le encanta mezclar, explorar ritmos y jugar con las posibilidades que da la tecnología, todo ello enfocado en la búsqueda de un producto diferente. «Mi base es el hip-hop. Soy de Atlanta -entre los cinco y los nueve años vivió en Honolulú porque su padre estuvo destinado allí como militar- y allí hay muchas estrellas en las que inspirarse. Me gusta OutKast y también Ludacris», desvela Smith, enamorado de la cultura «underground». Jura que no se encarga de 'pinchar' en el previo de los partidos en Miribilla porque, subraya, «escucho mis cosas». Es habitual verle calentar con cascos, conectado a sus mundos de inspiración.

Dice Adam Smith que antes de los partidos le gusta meterse mucho ritmo por los oídos. «Algo con energía», precisa. ¿Y después? «Depende del estado de ánimo. Lo que me gusta es relajarme con una copa de vino escuchando R&B», comenta en alusión al 'rhythm and blues' contemporáneo que mezcla soul, funk, hip-hop y música electrónica. Cuando se le pide que dé la canción de su vida, vacila. «Es muy difícil. Sería algo de Kendrick Lamar. Probablemente un álbun entero», comenta acerca de este rapero, compositor y productor californiano. «En 2015 lanzó 'To Pimp a Butterfly'. Fueron tantas emociones... Conecté con ellas. 'Esa es mi vida', pensé. Estoy pasando por un proceso para convertirme en mariposa», remarca sobre una obra que le arrebató.

Teodosic, Pappas, Ragland

La música le define al georgiano, al igual que el baloncesto. Probó con el fútbol americano y el béisbol, pero se quedó con el balón naranja. Creció admirando a Allen Iverson -«me corté el pelo igual que él»-, una leyenda de la NBA que influyó en su juego. «Comencé a practicar mi crossover gracias a él. Mi padre era fan de Jordan y me decía que me fijará en él, pero soy como soy y quería a Iverson. Anotaba con tanta facilidad...». Ya en Europa, Smith confiesa que ha bebido de las fuentes de inspiración como «Teodosic, Nikos Pappas y Joe Ragland».

Sonríe cuando se le pregunta si va a seguir. «No me importaría. Cuando estuve aquí el año pasado jugando la Final Four de la Champions con el Hapoel Holon, mi mujer me dijo que le gustaría vivir en Bilbao. Y aquí estamos. Mi familia es feliz. Me encanta la ciudad, Miribilla, afición». ¿Algo más? «Sí, la tortilla, los pintxos y el kalimotxo».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo La banda sonora de Adam Smith, el 'killer' de Atlanta