Balvin: «No es culpa del entrenador»

Es palabra de ley, de uno de los capitanes, del jugador al que más se ha echado en falta tras caer lesionado dos meses atrás. Un Ondrej Balvin que acepta el rol que le toca desempeñar. «Intento ser líder desde el inicio y a la vez tengo que mirar lo mío, recuperar la forma . Llevo tres o cuatro entrenamientos, uno de ellos casi completo. Puedo hacer tres horas de bici, dos de piscina, pero el contacto es otro asunto. Y la condición física. Ahora acabo con la lengua fuera y pidiendo el cambio».

Lo ha pasado mal al tener que asistir a la gráfica bajista del RETAbet sin poder aportar nada durante demasiado tiempo. «Si no puedes ayudar cuesta más, pero las lesiones forman parte del deporte». Y no esconde el bulto. Ve a sus compañeros «tocados en lo mental» tras cada revés liguero que sufren. «Pero las cosas pueden cambiar. No creo que no se pueda arreglar». Y dirige la mirada a la tacada de duelos directos post parón copero y FIBA ante GBC, Betis y Estudiantes. «La filosofía de Álex necesita que nos recuperemos todos», y aunque entiende la dificultad que entraña recibir el sábado a un Barcelona que lleva diez victorias seguidas, recuerda que en el Palau el equipo «compitió muy bien durante 34 minutos».

Todo este tiempo sin competición estará Balvin a disposición del equipo, ya que avanza que no acudirá a la convocatoria de su selección. Aunque son varios los hombres de negro que han recibido la llamada (entre fijos y en estado de reserva, Hakanson, Rousselle, Kljajic, Miniotas, Kulboka y Zyskowski) es probable que sólo acudan el alero polaco y uno de los lituanos. Y quiere dejar claro por qué fue en las ventanas de noviembre, cuando desgraciadamente se lesionó. «He escuchado por ahí que no nos jugábamos nada y es falso. Si fuera así no iría, pero buscábamos el mejor cruce para el Europeo y perseguimos la primera clasificación de mi país para unos Juegos Olímpicos. No fui porque me quisiera tocar los huevos. Lo hice para ayudar a mi país». Y aprovechó también para desmentir que haya recibido una oferta del Olympiacos. «Es rotundamente falso. Se lo inventó un periodista en Grecia».

El poso que quedó tras el encuentro mediático de Balvin y los informadores es que el grupo humano del que forma parte acepta el reto de morir en el intento. Y aunque la confianza es actualmente un bien muy escaso, creen poder cimentarla como antaño, cuando estén todos aptos.