Sedekerskis entra a canasta ante la oposición de Jones en el partido de la Euskal Kopa. Jesús Andrade

«Ante el Baskonia además de la victoria te juegas el orgullo»

Javi Salgado, segundo técnico del Surne y con una veintena de derbis disputados, analiza las opciones bilbaínas mañana en Miribilla

Sábado, 7 de diciembre 2024, 00:35

Si hay alguien que puede hablar con conocimiento de causa de lo que significan los duelos Bilbao Basket-Baskonia, como el que se jugará mañana en Miribilla (12.30 horas), ese es Javi Salgado. El exbase de Santutxu ha disputado alrededor de una veintena, primero como jugador y ahora como integrante del cuerpo técnico del Surne. «En momentos puntuales todavía me dan ganas de saltar a la cancha al ver determinadas acciones», bromea.

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Los derbis «son especiales. Además de la victoria te juegas el orgullo», lanza en la factoría de los hombres de negro en Artxanda, donde la plantilla ultima los detalles para intentar plantar cara a «un equipazo», por mucho que llegue «necesitado». Los de Pablo Laso sucumbieron con estrépito la pasada jornada ante el Valencia Basket (91-116) y se encuentran fuera de la Copa. De hecho, presentan el mismo bagaje que el Surne –3 victorias y seis derrotas–. Demasiadas apreturas para su potencial. En Euroliga no le van mejor las cosas. Fuera de las plazas de play-off tras encadenar una de cal y otra de arena esta semana.

Pese a todo, «esperamos al mejor Baskonia. Es un equipo muy físico y nos va a exigir que demos nuestro mejor nivel», resalta el ayudante de Jauma Ponsarnau. No será fácil igualar ese apartado ante jugadores como Donta Hall, Khalifa Diop, Chima Moneke y Sedekerskis, junto a exteriores con muchos puntos como Markus Howard, Cabarrot, Forrest y Rogkavopulos. «Tenemos que ser inteligentes en ataque para buscar sus puntos débiles y hacer un partido largo, con mucha movilidad de balón para que no se sientan cómodos», apunta.

Pero, sin duda, una de las claves será «la defensa». «Un buen trabajo atrás es lo que te permite lograr puntos en transición. La sensación debe ser que les cuesta anotar», apuntó. Sin embargo, una cosa es intentarlo y otra conseguirlo teniendo delante jugadores determinantes en el uno contra uno como Howard o Moneke. «Tienen muchos puntos. Con una racha de triples te pueden romper el partido», avanza Salgado justo antes de la sesión de vídeo planificada para la plantilla.

La necesidad de triunfos no es exclusiva del Baskonia. También se ha instalado en la Villa. Los de Ponsarnau llegan con dudas. Son un equipo de dos caras, capaz de lo mejor y de lo peor. El semblante europeo es el sonriente –pleno de triunfos–, mientras que en la ACB, después de un buen arranque, tuerce el gesto más de la cuenta –una victoria en los seis últimos compromisos–. El choque, por tanto, es una oportunidad para un buen lavado de cara y para crecer en autoestima.

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Sobre la bocina el año pasado

«La sensación que tenemos es que podríamos tener dos o tres victorias más que se nos han escapado por errores puntuales, decisiones arbitrales o pequeños detalles. Salvo el último partido ante el Joventut en casa hemos competido en todos los compromisos y estamos seguros que llegarán los triunfos», asegura Salgado. El Surne encara el derbi después de jugar también entre semana la FIBA Europe Cup.

«No creo que el hecho de que ellos hayan disputado dos partidos de Euroliga (esta semana) les vaya a afectar a nivel físico, son equipos acostumbrados», apunta em relación al calendario de ambos conjuntos. Todavía está fresca en la memoria del de Santutxu y también en la de la afición bilbaína el triple de Kullamae sobre la bocina que la pasada campaña certificó el triunfo en Miribilla.

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Además, de ese resultado almacenado en la retina por la forma en que se produjo, Salgado recuerda con especial cariño también la primera vez que doblegaron al Baskonia. Fue en un BEC «a reventar» en enero de 2006. Su aportación fue decisiva. Anotó 22 puntos y repartió cinco asistencias. Mañana los protagonistas sobre la cancha serán los Pantzar, Hlinason, Jones, De Ridder... Pero espera «volver a alzar los brazos al final para celebrarlo».

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