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El intento de Vladimir Putin por invadir Ucrania está teniendo un efecto inmediato en el baloncesto ruso. Después de que Lundberg anunciara en sus redes sociales que estaba de regreso en Dinamarca para «salvaguardar la seguridad de mi familia», el CSKA ha hecho oficial que, ... además del base y Shengelia, que se encuentra en España atendiendo los problemas de salud de un familiar, Grigonis y Voigtmann también se disponen a abandonar Moscú en las próximas horas.
La entidad destaca a través de su comunicado que el estado de sus contratos permanece vigente, y que se resolverá «cuando se normalice la situación política y deportiva en Europa». «Las acciones de los jugadores son una violación de los términos del contrato y del reglamento del club, pero el club trata la situación personal de cada uno de los jugadores con comprensión», matiza el club que preside Andrey Vatutin, que criticó la decisión de la Euroliga de jugar como locales en canchas neutrales. «Nos deja en una posición de desventaja deliberada», afirmó.
De esta forma, al CSKA se le añade la pérdida de cuatro jugadores importantes de su rotación, que descansarán en sus domicilios a la espera de ver cómo se desarrollan los acontecimientos la próxima semana, algo que también va a afectar al Zenit. Tras la espantada de Shabazz Napier a Estados Unidos, a priori por motivos físicos, Kuzminskas y Gudaitis también van a poner rumbo a Lituania según los medios locales.
El gobierno lituano está siendo lo más contundente posible ante el ataque de Rusia e insta a todos sus ciudadanos a abandonar el país soviético. El Zalgiris, estandarte del baloncesto lituano, se mantiene firme en la idea de no jugar los partidos que le quedan pendientes ante CSKA y Zenit pese a las multas que puedan acarrearle. Además, el polaco Ponitka plantea regresar a su país, que también ha llamado a boicotear a cualquier instancia rusa por las decisiones de Putin.
Mientras tanto, la Euroliga espera poder seguir su cauce natural la próxima semana, pero su transcurso en estos momentos es altamente impredecible. El martes hay dos partidos de equipos rusos con serio riesgo de ser aplazados. El Zenit-Asvel es toda una incertidumbre. No se sabe ni dónde se jugará ni cuántos jugadores tendrá disponibles Xavi Pascual. El club de San Petersburgo guarda silencio desde el viernes, cuando pidió separar la política del deporte y centrarse en el baloncesto. Algo imposible en estas circunstancias.
Turquía y Serbia parecen de los pocos países que podrían acoger los compromisos locales de los conjuntos rusos. La Euroliga se vuelve a reunir mañana para decidir el lugar de acogida, algo que está condicionado por el espacio aéreo. La mayoría de países europeos, Alemania, Francia e Italia entre ellos, han cancelado los vuelos con salida o destino del país soviético, por lo que se desconoce si el Unics podrá salir mañana de Kazán para jugar el martes en Milán. La plantilla de Perasovic, por el momento, parece mantenerse unida después de su estancia en Vitoria, donde les pilló el inicio de la guerra, pero jugadores como Canaan están mostrando su desacuerdo con los hechos que ponen en jaque a Europa y a la Euroliga.
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