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Carlos Pérez de Arrilucea
Viernes, 24 de noviembre 2017
Desde que hace dos veranos aterrizó en Vitoria, Johannes Voigtmann ha corrido el riesgo de quedar encasillado como un gigante alérgico a pisar la pintura y que tan solo saca partido de su buena puntería en el tiro exterior. De hecho, se trata de un ... tópico que sigue rodeando a un jugador que ahora cumple el segundo de los tres años que firmó de contrato con la entidad azulgrana. Sin embargo, la llegada de Pedro Martínez ha permitido vislumbrar una avance en el juego de un interior con un potencial todavía por explotar.
En realidad, el alemán ha experimentado la mejora individual que han protagonizado muchos otros compañeros desde que el técnico catalán tomara las riendas. Sin embargo, hay registros de su juego que han variado. El curso pasado bajo el mando de Sito Alonso, Voigtmann era un hombre que casi siempre miraba de lejos del aro, dispuesto a abrirse en busca de una buena posición de tiro, preferentemente tras la línea de 6,75. En su debut en la élite europea, supo ser la alegría que compensara la decepción del fichaje fallido de Andrea Bargnani, aunque su rendimiento decayó sin freno a partir de la Copa del Rey.
En la ‘versión Pedro Martínez’ del germano, la amenaza de su lanzamiento lejano sigue ahí, pero se ha convertido en un jugador mucho más vertical. Tal y como queda constatado en los últimos choques, también puede ser un hombre de ‘pick and roll’, capaz de continuar hacia la canasta contraria tras bloqueo gracias a una notable movilidad para sus 2,14 metros. Su carta de tiro ante el Estrella Roja es significativa; anota sus siete lanzamientos de campo dentro de la zona. Su amenaza ofensiva añade una distancia más, la corta, desde la que disparar, un registro que parecía arrinconado en el juego del alemán.
En la historia reciente del Baskonia, Ioannis Bourousis encarnó en su momento el concepto de pívot clásico, con capacidad para percutir en el poste bajo y gobernar en la zona. Voigtmann sigue su propio camino, con matices distintos. Es un giro que le ha permitido volver a ser un hombre con peso en el juego azulgrana, más allá de recuperar esa facilidad para firmar estadísticas notables que ya asomó en la primera mitad de la pasada campaña. Su carácter no es tan volcánico como el de Bourousis o como el de otros interiores destacados de la enciclopedia baskonista. Sin embargo, parece que Pedro Martínez ha entendido que posee una riqueza baloncestística que vale la pena exprimir.
Ante el Zalgiris, el pívot germano firmó su mejor valoración en los choques que ha disputado hasta el momento en la Euroliga (26). En el último duelo en la cancha del Estrella Roja, logró su tope en rebotes defensivos con 8 capturas y también protagonizó actuaciones brillantes en las canchas del San Pablo Burgos o el Unicaja. Johannes Voigtmann está dando ese paso al frente que se le pedía desde el club azulgrana. Puede ser una alternativa a Vincent Poirier e incluso es capaz de tomar la primera línea de escena. Con Ilimane Diop lesionado, la presión sobre los ‘cincos’ se redobla. En la cancha serbia, el francés flaqueó con una mala noche y un serio problema de acumulación de faltas que le dejó anulado. Fue el germano el encargado de contribuir a sostener buena parte del entramado interior junto a Tornike Shengelia y el apoyo de un esforzado Rinalds Malmanis.
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