La vida del Baskonia en el filo continental

A falta de tres jornadas para el cierre de la temporada regular de la Euroliga, el equipo vitoriano sigue en la pelea por objetivos. El problema es que las dos últimas derrotas en las canchas del Partizan y el Zalgiris han estrechado su margen, a pesar de que sigue en una buena posición para asegurar una plaza de play in, que se disputará entre los cuatro equipos que finalicen la fase regular entre el séptimo y el décimo escalón de la tabla. De momento, el acceso directo al play off está prácticamente imposible para los alaveses, situados en el noveno puesto con 16 victorias. La sexta posición es propiedad de un Fenerbahce que cayó en la última jornada ante el Armani Milán y cedió el quinto lugar al Olympiacos, que cuenta con el mismo número de victorias. Queda entonces amarrar lo antes posible el play in para después luchar por mejorar nota y posición.

Su situación clasificatoria todavía permite al Baskonia aspirar al séptimo o el octavo puesto. Cabe recordar que los equipos que concluyan en estas dos posiciones disputarán un choque a vida o muerte en la cancha del séptimo. El ganador pasará directamente a los play off y el perdedor aún dispondrá de una oportunidad más ante el vencedor del enfrentamiento entre noveno y décimo. De esta reválida saldrá la segunda plaza que complete los cruces de cuartos.

Las cuentas le siguen saliendo al Baskonia a pesar de las últimas dos derrotas a domicilio. Le quedan tres balas por gastar; en casa ante el Anadolu Efes y lejos del Buesa Arena en las canchas de Virtus Bolonia y Real Madrid. En este sentido, la visita de la escuadra turca el próximo jueves se convierte en una auténtica final para el Baskonia, que podría asegurar su presencia en el play in con dos jornadas de la temporada regular todavía por gastar. El plantel turco es materia inestable, con un rendimiento muy alejado del valor de su plantilla, pero todavía con opciones de subirse a los puestos de play in. Cuidado, porque en las filas del Efes militan unos tal Shane Larkin, Darius Thompson, Rodrigue Beaubois, Will Clyburn o Tibor Pleiss, entre otros. Tras los reveses como forastero, será el momento de recuperar el embrujo del Buesa Arena, donde los de Ivanovic han ganado diez de los seis choques disputados en la presente Euroliga.

El equipo de Ivanovic se encuentra inmerso en un momento clave de la presente temporada. En tres partidos, se resolverá su porvenir inmediato en la Euroliga, con la oportunidad de situarse en el lado privilegiado. De manera paralela, cualquier encuentro de la Liga ACB es un examen para seguir aferrado a la lucha por alcanzar los play off. En este frente, se trata de un objetivo mínimo.

Las derrotas ante el Partizan y el Zalgiris no solo han frenado el paso continental azulgrana. También han hecho aflorar algunos problemas recurrentes de un equipo con sus puntos fuertes claros, pero también con flancos débiles manifiestos que no se han podido tapar ni en Belgrado ni en Kaunas. En esta gira, el Baskonia se ha destapado como un plantel con serios problemas defensivos. Al Zalgiris le concedió un 53% en tiros de 2 y al Partizan un 59 %. Son porcentajes demasiado altos si se trata de lograr un triunfo a domicilio en la Euroliga. En ambos encuentros, se manejó como un equipo con piernas demasiado pesadas en situaciones de balance defensivo. El rebote también es una asignatura a mejorar tras los dos últimos encuentros.

El bajón de pulsaciones en defensa va de la mano con una cierta pérdida de alegría atacante. Y es que el Baskonia actual es menos Baskonia cuando su cadencia anotadora deja de chisporrotear. El acierto triple y la inspiración de Markus Howard siguen marcando el ritmo ofensivo. La fluidez se resiente ante el bache que atraviesa Codi Miller-Mcintyre. Sigue siendo imprescindible y más cuando Jordan Theodore tampoco acaba de aprovechar su momento. El puesto de base sigue teniendo un dueño claro, pero Dusko Ivanovic ha reabierto la puerta de las rotaciones a Chris Chiozza, hasta hace poco olvidado en el fondo del banquillo.