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La cuestión para el Baskonia consistía en reclutar un base en el mercado al menor precio. Y, a ser posible, sin ceder un solo euro por la operación deportiva. En este sentido, el fichaje de Jordan Theodore -que ayer confirmó oficialmente el club- parece una ... jugada redonda. El estadounidense con pasaporte macedonio que no ocupará plaza de extracomunitario dentro de la ACB -el máximo torneo continental carece de puertas levantadas en el campo- disponía de una cláusula gratis para abandonar el Metropolitans 92 francés siempre que lo requiriera un conjunto de la Euroliga.
Evidentemente, su marcha deja al colista de la Pro A donde trabaja Laurent Foirest más tocado todavía. Pero representa un cierto alivio para el Baskonia que imploraba por la salud de McIntyre, su único base puro tras el fiasco y posterior salida de Nico Mannion y la reciente lesión de Chris Chiozza. La llegada del natural de New Jersey debería de procurar una cierta estabilidad a los mandos del cuadro alavés. Una demarcación maldita tras el vuelo del excelente Darius Thompson a Estambul y el expediente sancionador, hace ya un año, a 'Pi' Henry. Ambos formaban una de las parejas más codiciadas del continente en la plaza de 'uno'.
Agudizó el problema la inadaptación del director de juego italiano, de vuelta a su país tras no satisfacer las demandas de Joan Peñarroya ni de Dusko Ivanovic. Al menos, el técnico montenegrino acudió a Betoño para cumplir su cuarta etapa vitoriana con un base debajo del brazo. El ahora inactivo Chiozza que, sin discutir su empeño, no termina de ofrecer la necesaria solvencia en el timón del cuadro azulgrana tras su buen y efímero paso por Murcia al término del ejercicio anterior.
Una de las mejores noticias para el Baskonia en lo que lleva de temporada se refiere a la convincente respuesta sobre la cancha de Codi Miller-McIntyre. El presunto 'combo' de documento búlgaro vino a la capital alavesa desde un plano discreto y se ha afianzado como un timonel de notable garantía. Su resistencia física le permite aguantar enormes minutadas sobre el parqué, pero sonaba a clamor la conveniencia de disponer de un recambio natural.
Y la entidad de Zurbano cree hallarlo en su nueva compra. Un base veterano (34 años) y también trotamundos, como el propio lobo titular, que ha permanecido visible en el radar azulgrana desde hace tiempo. Un director de juego al que le ha faltado enraizarse en algún sitio tras vestir trece escudos diferentes repartidos por hasta nueve países. Milán le presentó la mejor opción de atornillarse en un sitio tras disputar la Euroliga con el Olimpia e, incluso, meter la canasta ganadora hace siete años en el Fernando Buesa Arena.
Ivanovic le entrenó en el Besiktas (2019), donde al nuevo integrante del plantel vitoriano le costó agarrar bien las riendas. Pero lo logró antes de que el relevo en la presidencia de la entidad turca alejase a Dusko de su querida Estambul y enviara a Jordan a Kazan, donde esparció notables sensaciones. Ahora y por fin, tras varias opciones de acuerdo sin sellar, Theodore lucirá el escudo del carnero.
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