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CARLOS PÉREZ DE ARRILUCEA
VITORIA.
Viernes, 29 de septiembre 2017, 02:00
El largo verano ha terminado y el Baskonia se dispone a iniciar la temporada 2017-18 esta noche en el Palau ante el Barcelona. Arranca un nuevo proyecto, remozado casi hasta los cimientos mientras Josean Querejeta alterna la lógica preocupación por las lesiones que merman ... el potencial azulgrana con la expectación por comenzar a medir la capacidad de un nuevo Baskonia que le ilusiona. No es mera pose; el máximo mandatario del club azulgrana cree que «con el equipo al completo, podemos competir con cualquiera». Son palabras que permiten calibrar la estimación del presidente azulgrana respecto a la nueva plantilla, con una confianza sin fisuras en el nuevo jefe de banquillo. «Hay otros técnicos buenos, pero la apuesta por Prigioni me ilusionaba más que cualquier otra»
-¿Cuál es su punto de preocupación respecto a las lesiones que marcan el inicio de temporada?
-Claro que estoy preocupado porque no es normal que tengamos esa mala suerte. Al final, está Beaubois que esperemos que empiece pronto, lo de McRae sabemos que va a durar aún mes y medio, lo de Toko (Shengelia) es menos de lo que parecía en la primera impresión y luego está Garino, que espero también que vuelva pronto. Son cuatro jugadores muy importantes y empezaremos sin ellos la competición.
Potencial del nuevo proyecto «Con el equipo al completo, creo que podemos competir con cualquier rival»
Pieza pendiente «La idea del 'cuatro' que falta es la de alguien que en algunos momentos puede ejercer de alero»
La marcha de Hanga «Es difícil que alguien que se deja influenciar por tres o cuatro agentes al final tenga las cosas claras»
‘No’ a Sito Alonso «Quizás podíamos haber sacado un mayor rendimiento a la plantilla de la pasada temporada»
‘Sí’ a Pablo Prigioni «Tiene un conocimiento del juego mayor que otros y la forma de ser y el nivel de exigencia del club»
-¿Este cúmulo de problemas puede acelerar la llegada del 'cuatro' pendiente?
-Llevamos queriendo traer a un 'cuatro' desde hace mucho tiempo. Lo que pasa es que tampoco el mercado nos ha ofrecido situaciones que nos gustaran al cien por cien. Por otro lado, alguna alternativa que sí nos gustaba se nos escapaba de precio. Espero que pronto podamos tener algún jugador en esa posición.
-¿Qué ha buscado el club con una remodelación tan profunda de su plantilla?
-Mantenemos algunos jugadores, pero también es cierto que, como sucede todo los veranos, algunos crecen y hay equipos que tienen interés en ellos. De algunos que se han quedado hemos tenido propuestas, pero hemos preferido mantenerlos. Nos hubiera gustado dar más continuidad; Larkin está en la NBA y luego estuvo el tema de Hanga, con quien tuvimos un verano muy largo. Hemos hecho un equipo bonito, con un mínimo de dos jugadores por puesto, físicamente fuerte y con talento. Lo que hace falta es que no tengamos problemas de lesiones y que el equipo pueda empezar cuanto antes a funcionar y a darnos una idea de lo que puede ser.
-De momento, cuentan con doce jugadores, incluido un cupo como Iván Martínez. ¿No le parece una plantilla un tanto corta?
-Creo que no. Es una plantilla muy versátil, con tres jugadores que pueden hacer de bases, cinco que pueden ocupar los puestos de fuera y otros tantos en puestos interiores ya que la idea del 'cuatro' que falta es la de alguien que en algunos momentos pueda ejercer de 'tres'.
-¿Qué sabor le dejó la pasada temporada?
-Fue una temporada buena y difícil para todos los equipos que jugamos en Euroliga. El nuevo formato de la competición continental fue sensacional porque propició muchísimos partidos de primer nivel, pero también muy duro. Hicimos una muy buena Euroliga, clasificándonos por delante de equipos que aspiraban a los 'play off'. De haber ganado al Panathinaikos, hubiéramos podido ser cuartos, pero quedamos donde quedamos. En el cruce nos tocó el CSKA, competimos bien contra ellos y en el tercer partido fueron claros los desaciertos arbitrales. En la ACB, la fase regular fue buena, pero en los 'play off' no estuvimos a la altura. Creo que pudimos haber competido a mayor nivel. En líneas generales, partiendo de nuestras posibilidades y de una nueva Euroliga que era muy dura, creo que la temporada fue buena.
-¿Por qué optó por no dar continuidad a Sito Alonso?
-Porque entendemos que quizás podíamos haber sacado un mayor rendimiento a la plantilla de la pasada temporada. Teníamos la idea de buscar el origen de lo que es el Baskonia, un equipo con menos posibilidades económicas que otros pero que debe tener carácter y ese nivel defensivo que requiere la Euroliga. Quizás el equipo no los tuvo el año pasado en ciertos momentos. Con eso no quiero empañar, ni muchísimo menos, el trabajo de Sito, pero pensábamos en recuperar esas señas de identidad.
-¿Qué le lleva a dar el timón del banquillo a Pablo Prigioni? La apuesta es atípica, dado que un equipo de semejante nivel no acostumbra a dar este tipo de oportunidades a un técnico novato?
-Es verdad, pero también es cierto que Pablo tiene un conocimiento del juego mayor que otros porque quiere ser entrenador y debido a que, desde el puesto de base, siempre se ve el baloncesto de forma diferente. Él conoce perfectamente la forma de ser y el nivel de exigencia del club. Después, tampoco es una decisión nueva. Yo la quise haber tomado antes. Hace un año, le propuse a Pablo la posibilidad de ser nuestro entrenador, pero él prefirió seguir una temporada más en la NBA.
-¿Qué le convence más de Prigioni?
-El baloncesto ha evolucionado mucho. Hoy en día, los jugadores tienen una mentalidad muy diferente. Entiendo que en un vestuario se necesitan muchas veces personas que no solo conozcan el baloncesto y estén preparadas para entrenar sino también que transmitan respeto a los jugadores. Si quieres que te diga la verdad, no voy a negar que hay otros buenos entrenadores, pero me ilusionaba más esta apuesta que cualquier otra.
-El objetivo de competir en todos los frentes se mantiene. ¿Siete años sin alzar un título es un intervalo demasiado largo que le quita el sueño?
-No. Lo raro es que el Real Madrid y el Barcelona, teniendo tres veces más presupuesto que el tercero, no ganen los títulos. El Valencia Basket cambió eso el año pasado. Hay que darles la enhorabuena porque lo hicieron muy bien, pero también creo que se encontraron con unos clubes de Euroliga muy cansados físicamente en el tramo final. En Europa ocurre lo mismo. Siempre hay tres o cuatro equipos que están muy por encima del resto en lo económico y que normalmente están en la 'Final Four'. Para nosotros, estar en esa cita, como sucedió hace dos temporadas, es ya un 'exitazo'.
-En el verano previo a la pasada campaña calculó en un 30 y un 40 % el aumento de presupuesto. ¿En qué parámetros se mueve ahora de cara a la temporada que comienza?
-Vamos a andar en unos parámetros muy parecidos. Aun no teniendo un primer esponsor, hemos aumentado ingresos en partidas de patrocinio por encima del último año que estuvimos con Laboral Kutxa. Hemos crecido mucho en ingresos de Euroliga, en los derechos de televisión en ACB y en otros apartados.
-Comienzan su segunda temporada sin patrocinador principal. Seguro que lo buscan. ¿Por qué no lo encuentran?
-No estamos dispuestos a darle nuestra camiseta a cualquiera que no esté a los niveles económicos que nosotros entendemos que deben ser. Tenemos que ir con una marca que sea lo suficientemente fuerte en lo económico para que nos permita dar un salto. También debe ser una marca de primer nivel. En este sentido, tenemos diferentes posibilidades abiertas. Hemos podido cerrar algunas opciones, pero entendíamos que era mejor esperar porque las condiciones económicas no eran las que pretendíamos.
-En verano, el Baskonia ejerció su derecho de tanteo sobre Larkin y Hanga. ¿El club hubiera podido permitirse mantener a ambos jugadores con las cifras que se manejaban?
-Sí, sin ninguna duda, ya que hubiéramos abordado otras operaciones de traspaso que pudimos hacer con jugadores por los que teníamos ofertas encima de la mesa.
-Fueron dos jugadores que el club intentó renovar. ¿Entiende las razones de ambos para no hacerlo?
-En el tema de Larkin las razones son claras y la relación con él fue muy clara y sincera, con lo que no tengo nada que reprocharle. Él quería jugar en la NBA, firmó un acuerdo muy importante con el Barcelona y, cuando igualamos la oferta, hablamos con él y nos dijo que estaba encantado de volver a Vitoria. En ese momento llegó la oferta de la NBA, que es donde quiere estar y donde es lógico que esté dando su nivel como jugador.
-¿Y respecto a Adam Hanga?
-Creo que el jugador no ha correspondido con lo que el club ha hecho por él. Cuando contratamos a Hanga proveniente del Manresa, pagamos un traspaso. Él llegó lesionado, pudimos echar atrás la contratación pero decidimos que continuara, lo operamos y estuvo mucho tiempo parado. Más tarde, nos vimos obligados a cederle porque, debido a esa lesión, no estaba dando el rendimiento que esperábamos. De los cuatro años de contrato, Hanga ha jugado muy bien durante los dos últimos. Le hicimos una propuesta de renovación muy importante, que yo personalmente le reiteré antes de que terminara la temporada pasada. Creo sinceramente que Adam, que es un buen chico y que espero que tenga toda la suerte que seguro que va a necesitar en el baloncesto, no ha estado bien aconsejado. Es muy difícil que alguien que se deja influenciar por tres o cuatro agentes al final tenga las cosas meridianamente claras. En este sentido, las actuaciones que han tenido no se corresponden con el comportamiento que el club tuvo con el jugador desde el momento en que lo contrató.
-Después de que el Baskonia igualara la oferta por Hanga, el jugador realiza una reclamación de pagos pendientes. ¿Fue un movimiento que le dolió especialmente?
-Sí, sobre todo porque hay una cuestión que no tiene ningún sentido. Hanga tiene una fecha de pago del 15 de julio y el jugador pone la demanda el 19 cuando el propio contrato dice que tenemos un plazo de hasta 60 días para pagar. No era más que una forma de intentar tensionar la situación con el club y evitar que lo trajéramos de vuelta a Vitoria. No tuvieron demasiado sentido los movimientos posteriores, pero es una cuestión olvidada y pasada. Insisto que a Hanga le deseo la mejor de las suertes, pero creo que las sustituciones que hemos hecho en ese puesto están a la altura o incluso por encima de él.
-¿Qué nuevas contrataciones le ilusionan más?
-Hay varias. Me da mucha pena que Jordan McRae no empiece la temporada. Janis Timma es uno de los mejores en su puesto en Europa y Jayson Granger nos va a dar talento y capacidad física. Por otro lado, le veo muy bien a Marcelo (Huertas), Vildoza es un jugador de futuro. Shengelia, si no tiene lesiones, puede ser un referente y Poirier, 'Ili' y Voigtmann, que puede progresar, nos van a dar un juego interior muy alto, versátil y con una capacidad física que probablemente no hemos tenido en varios años.
-¿A qué distancia cree que está el Baskonia de gigantes como el Real Madrid o el Barcelona?
-Es posible que sus plantillas sean más largas y que eso les pueda dar cierta ventaja en temporadas tan difíciles. Pero creo que, con el equipo completo, podemos competir contra cualquier rival.
Querejeta considera clave resolver las extremas diferencias económicas que lastran la competición doméstica
El baloncesto vive en una convulsión continua con las diferencias entre los clubes de la ACB y la irrupción de las ventanas FIBA. En ambos conflictos, el Baskonia está en primera línea y Josean Querejeta tiene claro de qué bando se ponen los colores azulgranas.
-¿Los clubes ACB se acercan a la paz tras acordar la reducción a 16 equipos en dos años?
-Existe un acuerdo, pero aún lo debe refrendar la Federación, así que no sé aún si será o no válido. En cualquier caso, hay una cuestión que debe resolverse de forma definitiva. No puede haber las diferencias económicas que se dan ahora; equipos como Madrid o Barcelona que superar los 30 millones de presupuesto o nosotros que podemos andar en los 15 y otro con presupuestos mínimos que no llegan a los 2 millones. Eso hace que la competición no tenga el nivel que debería tener. Para que la ACB sea lo que ha sido durante muchos años, la primera competición doméstica en Europa, solo pueden estar los que sean capaces de conseguir presupuestos que permitan competir y aportar riqueza a la competición.
-El Baskonia ha llegado incluso a apostar por crear una competición privada.
-Sí. Y es un tema que vamos a seguir trabajando. Lo que aportamos equipos como Baskonia, Real Madrid, Barcelona o Unicaja es prácticamente el 80 % de los ingresos que se producen en la ACB. Por eso, entiendo que debe haber una consideración diferente. Cuando en toda Europa se está dando una reducción en las competiciones es lógico que aquí también la haya. Si eso no se produce, tarde o temprano habrá una ruptura.
-La sensación de conflicto se extiende a nivel internacional con la irrupción de las ventanas FIBA.
-Yo lo tengo muy claro; los que pagamos a los jugadores somos los clubes. Bastante hacemos con cederlos en verano a sus selecciones sin recibir compensación. Si a las ventanas acudieran los Gasol, Hernangómez y compañía y todos estuviéramos en las mismas condiciones, quizás deberíamos plantear situaciones diferentes. Lo que no puede ser es que la FIBA trate de forma distinta a los jugadores de la NBA y a los de la Euroliga. Lo lógico es volver a situaciones anteriores y hacer un calendario en el que cada parte tenga su periodo de competición.
-Pero un club europeo tampoco puede impedir que sus jugadores acudan a sus selecciones...
-Yo creo que sí. En definitiva, son competiciones privadas. No es defendible que haya jugadores a los que se les permita no ir a las selecciones y a otros a los que se les obligue.
-¿Estas guerras no esconden otros problemas en Europa? La NBA y China son polos irresistibles para los jugadores.
-El impacto económico de la NBA o de China es superior al europeo, pero es una cuestión de tiempo que el proyecto de la Euroliga crezca y sea una referencia. El trabajo que estamos haciendo y el pacto con IMG va a colocar a la Euroliga a unos niveles muy altos en seis o siete años.
-Este curso arranca el filial baskonista en LEB Plata. ¿Qué espera de este proyecto?
-Sobre todo, que esos chavales que antes cedíamos tengan una filosofía de juego y de trabajo y un equipo en el que crecer juntos. En el pasado, cedías a jugadores a otros clubes, donde les pagaban y progresaba. Ahora, la situación en LEB hace que esas cesiones te obliguen prácticamente a pagar el cien por cien de la ficha. Tenemos una serie de jugadores, tanto en el equipo de LEB Plata como en categorías inferiores, que pueden y deben ser futuro del Baskonia. Preferimos arroparlos porque ahora las condiciones son mejores aquí que fuera.
-El número de jóvenes becados aumenta. Hay una residencia, pero ¿quién entrena a tantos chicos?
-Hay un coordinador global de todas las categorías inferiores que es Marcelo Nicola. Luego, cada equipo tiene su estructura y existe un grupo de trabajo con Iñaki Iriarte y otros chavales a los que se está formando, que son los que desarrollan, sobre todo con los becados, toda la cuestión técnica y física con entrenamientos específicos.
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