Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Nik Stauskas tiene una cita con el baskonismo. Esta tarde noche. En el Buesa. Ante el canadiense -habrá que ver el recibimiento de la parroquia azulgrana-, dos puertas. Como en los concursos de la tele. Una le puede llevar a la historia del ... club. La otra a ser historia. Así, en abstracto. Más o menos como lo que hizo el martes en la última jugada contra el Madrid.
Porque salvo que se tratara de un happening surrealista -todos los happenings lo son- debió tratarse de una obra de arte abstracto. Al estilo de las líneas paralelas que pintaba Rothko. Menos comprensible, eso sí, y quizá aún más paralelos.
Sea como fuere, un error lo puede tener cualquiera. Ésto, a fin de cuentas, es solo baloncesto. Y como tampoco va a salir al logo central a entonar un me he equivocado, lo siento mucho y no volverá a ocurrir, lo que puede es aprovechar para enchufarla un par de veces desde ahí contra el Asvel, hacer una anotación de las de época, demostrar por qué y para qué ha venido a Vitoria este año y abrir la primera de las dos puertas que aguardan su siguiente movimiento. Redención o rendición, Nik. La bola está en tus manos.
Ese paso borrara también de un plumazo la cara que se les quedó a sus compañeros, a su entrenador y el cachondeo de las redes sociales. Delaney el del Barça y Theodore del Unics (que cerca estuvo de venir al Baskonia antes que Christon), por ejemplo, son algunos de los que no se han cortado a la hora de señalar el garrafal fallo del excelente tirador azulgrana. Hay bomberos que se pisan la manguera. A los que encantan los incendios.
Para bien o para mal, el de Mississauga se va directo al número dos en las formas históricas de liarla contra el Madrid. Lo de Herreros no se olvida ni con el aparato ese de Will Smith en 'Men in Black'.
Como será complicado no recordar los rostros desencajados de Shengelia, Shields o Ivanovic cuando Stauskas esprinta, que tiene su poética, para golpear a Campazzo y regalarle a los de Laso un encuentro que iba a la prórroga. Al montenegrino, que comenzó a patear el suelo, le crecen los enanos. Un mes echado broncas impresionantes al muchacho porque no hacía faltas tácticas y va a cometer la primera justo cuando no había que hacerlo.
Tampoco se lo podía creer Shavon Shields, que empató el encuentro 69, a dos segundos del final. Hundido, se acaba sentando en el suelo con la mirada perdida.
Justo sobre detrás de él, es casualidad, se lleva las manos a la cabeza Alfredo Salazar, secretario técnico del Baskonia, uno de los mejores scouters del continente y la persona que logró contratar a Stauskas, número ocho del draft de 2014, para reforzar el perímetro de los del paseo de Zurbano.
Su rostro desencajado, la incredulidad ante lo imposible que sucedía frente a sus ojos, pasará a ser una anécdota de la que poder reírse si el escolta, de una vez por todas, revienta los aros del Asvel esta noche (21 horas) y alcanza por fin el nivel del que sin duda es capaz. En frente esperan dos próximos lottery pick como Théo Maledon, el gran protegido de Tony Parker, y Matthew Strazel, la última sensación gala.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.