Unas molestias de alto impacto

La navaja suiza azulgrana empezó por su faceta de confianza. Secó el gran inicio –y mejor final– de Vezenkov, el mejor jugador de la Euroliga en lo que va de curso. Estuvo a punto de marcharse a los Kings este verano y su continuidad fue el mejor fichaje para un Olympiacos musculoso, superpoblado y talentoso. El búlgaro se midió tres minutos con el lituano y se fue al banco sin poder anotar más de los 8 puntos iniciales. Primera vía de agua subsanada.

Le sustituyó Alec Peters, al que Sedekerskis le comió la tostada en todo momento. Se notaron los muchos entrenamientos juntos las dos temporadas pasadas. El elegante ala-pívot ahora en las filas del Pireo solo anotó un triple liberado en la esquina después de que el canterano encadenara varias ayudas defensivas. Pero por más que trató de postearle, sacarle a lo alto de la bombilla y tratar de superarlo en velocidad, los otros tres tiros intentados acabaron en manos alavesas.

Y claro, el emparejamiento deparaba una ventaja física en ataque que Sedekerskis no dudó en aprovechar. Primer,o con un 'costa a costa' vertiginoso con el que se echó al equipo a la espalda. A falta de triples, con dos de 14 al descanso y aun así con el Baskonia por encima en el marcador, buenos eran los puntos de Raieste y Costello. El público enloquecía en un segundo cuarto fabuloso. Jaleó como en los mejores tiempos el tapón de Hommes a Sloukas y la revisión de la posterior antideportiva, el rebote ofensivo y falta a Sedekerskis, ya con el cuadro vitoriano dominando el rebote y con ventaja tras el parcial de 15-0.

Para entonces, Peñarroya ya había realizado un inteligente movimiento táctico. Colocó de alero a Sedekerskis, +13 con él en pista al final del duelo, para frenar la muñeca incandescente de Canaan, que falló casi todo lo que lanzó, y así propiciar la irrupción de Hommes. Un triple del propio lituano, tras un carretón y en suspensión, colocó el 59-52 (min 24), instantes antes de salir con molestias del partido. Se probó, estiró el gemelo y levantó el puñal a su técnico. Pero el buen último cuarto de Marinkovic y algo de precaución no le permitieron volver hasta el minuto y medio final. Para entonces, Vezenkov ya llevaba 26 puntos y el Baskonia había perdido la batalla del rebote (30-35).