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En el argot interno del Baskonia se le suele denominar el sarampión. El término con el que se alude a esta enfermedad infantil también ... sirve para referirse al proceso de aclimatación de todo nuevo recluta baskonista. No solo a los usos y costumbres del club sino también cuando toca estrenarse en una competición tan exigente como la Euroliga. Para la enfermedad infantil, siempre está el recurso de la vacuna. Para su derivada baloncestística están la acumulación de experiencia y la capacidad para hacer que el talento no se reprima al pisar un terreno desconocido.
A falta del ala-pívot que el club azulgrana está buscando para completar su plantilla, las tres incorporaciones estivales son las de deberán abordar su particular sarampión continental. La Euroliga 2019-20 que arrancará para los azulgranas el próximo 4 de octubre en la cancha del Zalgiris Kaunas. Será el escenario en el que Youssoupha Fall (24 años), Nik Stauskas (25) y Pierriá Henry (26) recibirán su correspondiente bautismo en la primera competición europea.
Al menos, los tres 'novatos' recién incorporados han dejado la prepotencia a un lado en sus primeras manifestaciones públicas a la hora de calibrar los nuevos retos que se le presentan. Antes de relativizar las complicaciones que entraña un torneo como la Euroliga o apostar por comerse el mundo, los tres intuyen ese sarampión que tendrán que superar y que incluye la adaptación a las rutinas de trabajo de Velimir Perasovic. El gigante senegalés se estrenará en una Euroliga que avanza hacia la movilidad en sus hombres grandes. Su altura es insólita (2,21 metros) para las medidas habituales en el torneo para los pívots. La excepción es el madridista Walter Tavares, con sus 2,20 metros y ese cuerpo gigantesco que sabe mover como muy pocos jugadores con características físicas similares.
El ajuste puede ser un proceso menos traumático para Henry. La Euroliga es el escalón natural que debe abordar tras labrarse un nombre en la Eurocup en las tres temporadas pasadas a en las filas del Ratiopharm Ulm, Tofas Bursa y Unics Kazan. La obligación de asumir más lecciones puede que sea más intensa para Stauskas, novel en casi todo a esta orilla del Atlántico. No obstante, el club detecta en el canadiense una inteligencia natural para jugar al baloncesto que puede ser clave para su acoplamiento.
La sabiduría de los veteranos siempre es un apoyo. La Euroliga es una batalla bien conocida para tres jugadores en la actual plantilla azulgrana. Granger encabeza el ranking de minutos jugados en el torneo; 3.498 repartidos entre 148 partidos jugados con Unicaja, Efes y un Baskonia en el que su lesión de tobillo redujo su participación en los dos últimos años. Janning le sigue con 2763 minutos en 124 partidos; 62 duelos como azulgrana y el resto con Montepaschi, Efes y Lokomotiv. Shengelia acredita 2708 minutos en 119 partidos. Recurso secundario y de presencia variable es Ilimane Diop, con 1482 minutos en 139 choques. El próximo curso, la Euroliga debe ser una asignatura de confirmación para Vildoza (1082 minutos en 58 partidos), Garino (611 minutos en 41 duelos), Shields (807 minutos en 33 encuentros) o Eric, con 588 minutos en 29 choques con Darussafaka. En la zona baja de la tabla de participación continental quedan Miguel González (5 minutos) y Penava (13).
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