Reivindicarse en el jardín de Larkin

No es casualidad. Larkin se siente como en casa en la parte europea de Estambul. En 2018, el Efes necesitaba un base que le permitiese dar el salto de nivel al que aspiraba todos los años pero que nunca lograba culminar. El base, regresar al Viejo Continente, al que dejó fascinado en su único curso a los mandos del Baskonia. Tras salir de Vitoria volvió a buscar fortuna en la NBA, pero no le llenó. Él quería jugar, divertirse en la pista. Con el rol que le ofrecían en los Celtics no lo hacía.

Sumado su talento, el Anadolu volvió a jugar una Final Four, la del Buesa Arena, casi dos décadas después. Sólo la apisonadora del CSKA les dejó con la miel en los labios. El año pasado marchaban firmes para dar ese último paso. Pero entonces fue la pandemia la que suspendió todo. Cuando el baloncesto paró, el equipo estambulí lideraba la competición ya clasificado para el top-8 y a unos días de asegurarse hacerlo como cabeza de serie.

La de la tropa de Ataman ya es una batalla personal. Una cuestión de reivindicarse para, ahora sí, ganar la primera Euroliga de su historia. Por eso, la realidad que arrojaron las primeras jornadas estaba muy lejos de lo previsto. Pese a mantener una plantilla calcada a la del pasado curso, aunque con la baja de Larkin por lesión como atenuante, sólo ganaron uno de sus primeros cuatro encuentros. Un inesperado golpe que, con el base de vuelta y ajustando poco a poco sus piezas, han conseguido revertir con éxito. Sólo han perdido un duelo de los últimos seis y ya están en play off, a dos triunfos del líder.

Aunque para la visita del Baskonia (Sinan Erdem Dome, 17.30 horas) su rotación quedará mermada. Beaubois y Dunston, que se han perdido los últimos encuentros, serán duda hasta el final. Más complicado es el concurso de Micic. Pleiss es baja segura. Ataman, en cualquier caso, ya avanzó en la previa que no era momento de arriesgar. Sí que estará el joven Saybir, aunque su concurso hasta ahora ha sido residual.

El Baskonia, que pagó sus propios pecados frente al Real Madrid, llega con todos menos con Vildoza. El argentino, con la espalda maltrecha, se marchó de la capital directo a Vitoria. Sin apenas rotación en el puesto de director, el Baskonia busca derrocar la tiranía que Larkin ha impuesto en el '1'.