Reclusión y un paseo por el museo

Una vez llegados a Valencia, jugadores, cuerpo técnico y acompañantes de todos los equipos pasarán una ronda de test que se repetirán tres días después. A la espera de los resultados, la ACB avisa a los protagonistas. «Deberemos ser más estrictos, sin contacto con otros equipos en el hotel».

Una vez conocidos los resultados, se espera cierta distensión a partir del quinto día de estancia. Hasta entonces, se invita a los jugadores a convivir con normalidad con sus compañeros de escuadra, a los que se podrá visitar en la habitación, utilizar las zonas de ocio del hotel durante los horarios asignados a cada equipo o tomar bebidas en zonas comunes con las medidas de higiene siempre presentes. Por contra, se debe esquivar el «contacto cercano» con el personal del alojamiento.

La organización prevé que en los tres hoteles en los que se hospedarán los equipos -Barceló Valencia, Meliá Valencia Oceanic y Primus Valencia- existan espacios de descanso, terrazas y zonas verdes para el asueto de los competidores. Además, se abrirá de manera extraordinaria y en exclusiva para los baloncestistas el museo Oceanogràfic, situado en el complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Eso sí, para visitas en grupo previamente pactadas con la organización, con biólogo incluido a modo de guía, tal y como especifica el manual trasladado a los jugadores.

No habrá pie a muchas más escapadas aparte de la visita a este espacio expositivo durante el torneo. La Asociación de Clubes recuerda a los jugadores que «cuanto más nos aislemos del exterior, más seguros estaremos todos y más podremos relajar las medidas dentro de los espacios asignados por la organización según vayan pasando los días». La normativa impide la salida del hotel «excepto en los horarios y ubicaciones fijados por la ACB». Tampoco se pueden recibir visitas del exterior ni hacer pedidos de comida a domicilio. Lo de ir de compras queda descartado. «Se debe evitar todo contacto con personas ajenas a la competición», se puntualiza. Cero vida social.

Las normas de higiene elementales que son ya costumbre durante la pandemia quedan recapituladas; evitar aglomeraciones, mantener la distancia social o detalles como lavarse las manos tras tocar los botones del ascensor. La temperatura se tomará a cada participante a la salida del hotel antes de todo entrenamiento y partido. Como no podía ser de otra forma, la mascarilla será una compañera casi inseparable. Deberá cubrir el rostro de los competidores en los desplazamientos en autobus a hotel y pabellón, en el trayecto hacia vestuarios antes y después de entrenamientos y partidos. En las canchas exteriores de L'Alqueria del Basket se instalará el denominado centro médico avanzado con servicios sanitarios para cualquier tipo de contratiempo de salud, así como un dispensador farmacéutico activo durante las 24 horas del día. ¿El objetivo? No salir de la zona de seguridad ni para comprar aspirinas.