El Barcelona-Baskonia de este viernes es un clásico de la Euroliga. Son dos de los cuatro equipos que llevan disputadas las 25 ediciones de la máxima competición y los dos clubes más anotadores del torneo. Se han medido ya en trece ocasiones en el ... Palau en competición europea y los enfrentamientos han dado pie a todo tipo de acontecimientos. Incluso ver a Andrés Nocioni portar unas gafas inteligentes que apuntaban a causar sensación en el mercado tecnológico.
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Fue en el partido del 10 de abril de 2014. Hace una década. La Euroliga llegó a un acuerdo con la Universidad de La Salle de Barcelona para experimentar con las 'Google glass', unos anteojos creados por la multinacional estadounidense que permiten grabar vídeos, tomar fotos y tener la capacidad de hacer y recibir llamadas sin usar el teléfono móvil. «Se trata de una tecnología que cambiará la forma en que vivimos un deporte como el baloncesto», señaló en su momento Alex Ferrer Kristjansson, la directora de Comunicación de la Euroliga.
El partido elegido fue un Barça-Baskonia, intrascendente a nivel clasificatorio para los vitorianos, ya eliminados en el 'top-16'. Andrés Nocioni y Marcelinho Huertas fueron los elegidos como 'conejillos de indias' de cada equipo durante el calentamiento. Fue el último duelo del 'Chapu' con el Baskonia en la Euroliga, con una exhibición de 37 puntos, 32 en la segunda parte, su récord en la competición. Ya durante el partido, el árbitro principal, el delegado azulgrana Patxi Sánchez y el responsable de prensa blaugrana, Carles Cascante, las portaron desde el banquillo. Las escenas captadas fueron publicadas por la Euroliga en un vídeo.
Nada más se supo de este invento a nivel de baloncesto. En la época, los numerosos fabricantes de todas las compañías trataron de sacar al mercado unas gafas capaces de interactuar con nuestro teléfono móvil. La iniciativa arrancó de la mano de Google en 2012, con modelos que se comercializaron de forma limitada y a un precio prohibitivo (unos 1.200 euros).
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El desarrollo resultó complejo y, al final, la multinacional tecnológica descartó este producto en 2015. Más tarde retomaron la idea con las Google Glass Enterprise Edition, destinadas a uso industrial, con nuevas características tan interesantes como la traducción de idiomas en tiempo real o la transcripción y conversión a lenguaje de señas para las personas con discapacidad auditiva. Además, se logró un diseño más discreto. La carrera por la tecnología en los anteojos ha continuado en esta última década. Un afán que todavía no ha alcanzado el gran rédito económico que le presuponen las marcas.
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