Liga ACB 2024-2025

El Unicaja se postula ante Madrid y Barça

De ahí que convenga remarcar que no siempre coinciden los vaticinios y los hechos. En buena parte porque una clase media pujante pide cubiertos en la mesa a la que se sienta la nobleza. Ese tercer peldaño que exige su justa cuota de importancia porque ya hace tiempo expone ambición encima del parqué. Dentro de este grupo figuran las dos entidades canarias que hincan sus cimientos en las zonas residenciales. Pero además, y como poderosa irrupción con densos argumentos en la mano, el Murcia del proyecto a medio plazo que ya recoge los frutos de la convicción y de la paciencia. Encomendó hace seis años la labor táctica a Sito Alonso -entrenador con pretérito en Illumbe, Miribilla y Betoño- y la apuesta se alzó de manera insolente la última campaña hasta el punto de disputarle el título a la Casa Blanca.

En el relato ya han aparecido ocho equipos, siete de los que accedieron al 'play off' y el Manresa en lugar de la plaza presuntamente destinada a un disminuido Baskonia dentro del ámbito doméstico. Y aún podría extenderse la nómina de los conjuntos con aspiraciones a progresar adecuadamente. De ahí que ningún otro campeonato 'intramuros' alcance ni siquiera de perfil la dureza del torneo español.

Cuando Joan Peñarroya firmó en el verano de 2022 su contrato con el club vitoriano aplicó todo el empeño posible a difundir el mensaje de la severa realidad. El técnico egarense, ahora de vuelta a la rueda en el banquillo nada menos que del Palau Blaugrana, insistía en el ascenso al Calvario que supone combinar ACB y Euroliga. Después de giras internacionales exigentes y agotadoras cualquier adversario de la competición que apadrina Endesa puede abatir a un gigante mediante la horda bíblica que manejaba David.

Cierto que en un porcentaje elevadísimo de ocasiones levantarán el trofeo los capitanes de los grupos sostenidos por el dinero trasvasado del fútbol. En lo que va de siglo, Madrid y Barça empatan a nueve títulos, por tres del Baskonia y uno a razón de Unicaja y Valencia.

Vale que los hechos taponan las esperanzas de tantos pretendientes. Como verdad es también que los transatláticos deben de pelear de manera seria con barcos importantes aun de menor eslora. En cambio y dejando volar la razón, abundan las dictaduras o los monopolios en otros países: Italia (Virtus y Milán); Grecia (Panathinaikos y Olympiacos); Turquía (Efes y Fenerbahçe); Israel (Maccabi de Tel Aviv); Serbia (Partizan y Estrella Roja); Lituania (Zalgiris)... Porque debajo de ellos no hay auténticas oposiciones ni golpes de estado deportivos.

Dicen y cantan en el Martín Carpena que el vitoriano Ibon Navarro tiene un plan. Que pasa, desde luego, por esparcir un baloncesto modernísimo y muy atractivo que rinde beneficios desde su llegada a la Costa del Sol. La sabiduría popular aconseja remover lo mínimo cuanto funciona. Y el Unicaja encara su segunda temporada consecutiva con un plantel estable, equilibrado, largo y competitivo. En poco más de año y medio, el cuadro malagueño acumula Copa, Champions, Intercontinental y la recientísima Supercopa. Estas dos últimas en el plazo mínimo de una semana.

El compenetrado bloque del preparador alavés se yergue como la gran amenaza -sutil y contundente a la vez- del Real Madrid y el renovado Barça del estelar Punter. Lo acaba de demostrar en la final que ha acogido Murcia contra el equipo de Chus Mateo. Un Unicaja con dos marchas más en la caja de cambios, hiperdinámico, moderno hasta el extremo, nada especulativo y valiente adelante y de soberbia defensa engrasada para detener el bloqueo y continuación rival. El eterno 'pick and roll' que pincha sus ruedas sobre los tornillos que el conjunto andaluz esparce sobre el asfalto.

Se sobreentiende, a falta de que la cancha decida, que en los puestos delanteros de la parrilla de salida figurararán los coches del Valencia y del Baskonia. Ambos han recurrido a técnicos de reconocidísimo prestigio para discutir el trazado a los favoritos. En el caso taronja, el regreso siete años después de Pedro Martínez en un guiño evocador al título de 2017. El vitoriano, con la vuelta a la casa del padre del hijo pródigo (Pablo Laso) veintinueve años después de dejarla en pantalón corto y camiseta de tirantes.

A continuación, y de acuerdo con la lógica que en ocasiones se ausenta, levantan el dedo de la relevancia las dos entidades canarias y el solidísimo Murcia de las últimas campañas. La Laguna confía, y razones le asisten para ello, en el sabio triunvirato que forman el bilbaíno Txus Vidorreta en el banquillo y la inteligente veteranía de Huertas y Shermadini, pareja de hecho a prueba de disputas matrimoniales. El 'Granca' ha hallado en la pizarra de Jaka Lakovic el piolet sobre el que asentar su escalada. Y el equipo de la Universidad Católica opta, igual que el Unicaja, por prolongar el éxito a través de la estabilidad dentro del vestuario.

Pero ni siquiera los dedos de las dos manos sirven para contar los peligros que acechan a cualquier grande en las curvas de los circuitos cada fin de semana. Sólo por el peso del ancla y la tradición ha de incluirse al Joventut de los talluditos Ribas y Tomic. Pero, además, clubes como Andorra, Zaragoza y el renovadísimo Bilbao Basket proclaman inconformismo en el diseño de sus plantillas.

Nueve largos meses, todo un embarazo deportivo, para conocer el desenlace de la obra y descubrir si el remozado Barcelona desaloja del poder a la Casa Blanca sin Chacho ni Rudy, lo hará el cautivador Unicaja o los otros dos ganadores de títulos este siglo recuperan los pasos perdidos. Siempre con un ojo atento a la fértil huerta de Murcia y otro a la rica salsa canaria que alegra todos los platos de la canasta.