La semana decisiva del Baskonia

La primera opción de entrar en los 'play off' de la Euroliga ha sido un fracaso; resta una segunda ante el Virtus Bolonia el viernes en el Buesa Arena. Sorprendentemente, los italianos, que desde el despido de Sergio Scariolo llegaron a capitanear la competición y ahora estaban sumidos en una crisis profunda, rompieron los pronósticos y la creencia de que el Anadolu Efes les vencería fácil. Pues no. Saltó la sorpresa en Estambul y al Baskonia le llega la oportunidad de acceder a los cruces finales si les gana en Vitoria.

El Baskonia es un equipo enfermo con un entrenador y unos poquitos jugadores que desde el amor propio sacan adelante algunos partidos. Cada día es más elocuente que la segunda unidad es incapaz de aportar algún rendimiento en los minutos que está en la pista. Consecuentemente, el rendimiento de los titulares es intermitente y no pueden mantener durante más de treinta minutos la energía defensiva y el talento ofensivo necesarios para encuentros exigentes como los de la Euroliga. Debido a estas circunstancias, los cuatro o cinco disponibles deben jugar bien todos los días. No es así. Moneke últimamente ha perdido efervescencia, la resistencia física de Costello se va apagando, Howard no se libra todos los días de los perros de presa…

En caso de pasar el envite de pasado mañana, los próximos quince días serán un auténtico viacrucis para el equipo. El domingo, partido fuera de casa ante el Unicaja, el cuadro que juega el baloncesto más espectacular y físico de la Liga ACB y a partir del próximo martes, enfrentamientos contra el Real Madrid en el 'play off' de la Euroliga. Da verdadero miedo. Se corre riesgo de que cualquiera de los próximos compromisos acabe en debacle como el de Belgrado.

Con la experiencia del final de la pasada temporada, sería conveniente no dramatizar por el camino que le queda recorrer al equipo azulgrana. La presencia en la rondas finales de las dos competiciones -a la espera de la ACB- ya supondría haber aprobado con las expectativas iniciales. Lo que no es tan cierto es que en esta temporada la confección del grupo haya pasado el examen. Cuánto deseo que no se cumpla mi pesimismo y que Dusko Ivanovic estruje al grupo como solo él sabe hacer.