McIntyre se quedó a 3 rebotes de un 'triple doble'. Rafa Gutiérrez
Opinión

Un derroche de energía y pasión

Hay que agradecer a esta plantilla y a su técnico que sigan luchando de esta manera

Miércoles, 1 de mayo 2024, 23:50

El tercer enfrentamiento del 'play off' entre el Baskonia y el Real Madrid discurrió en su primera parte con un tono plácido. Los capitalinos, conocedores de su teórica superioridad, permitieron a los locales jugar sin la respiración acelerada a pesar de la diferencia física. El ... talento individual de los azulgranas les dio la oportunidad de mantener la igualdad luciéndose en ataque. No es fácil anotarles 56 puntos a quintetos siempre superiores en peso y centímetros. A los primeros veinte minutos les faltó continuidad como consecuencia de la avería del electrónico en la mesa de anotadores. La circunstancia puede que favoreciera a los de casa. El ritmo era lento y el trabajo físico para mandar en el marcador no fue tan exigente como hace suponer el 56-52 al descanso.

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En el arranque cambió todo. La fogata se fue encendiendo. El Baskonia jugaba sin Howard, pero Rogkavopoulos, cada día más entonado, mantenía la igualdad en el marcador. En repetidos momentos daba la sensación de que el Real Madrid se escapaba por su poder físico y proverbial puntería exterior. La sensación era que al partido le quedaba poca vida. Ivanovic, en un intento de contener la hemorragia que supone la presencia de Tavares y sus amigos, puso en el campo a Kotsar. No lo pudo mantener, no es jugador de este nivel. Otra vez con Costello de '5'. La situación me recuerda a esos equipos junior, todos españolitos, que se enfrentaban a un contrario que había traído de África a dos bigardos inalcanzables.

Y llegamos al último cuarto. Parecía todo decidido. El Madrid, exultante de superioridad física y puntería, dio por terminada la contienda. No fue así. Asistimos a un derroche de energía, pasión y puntería de los baskonistas. Cuánto tenemos que agradecer a esta plantilla y al entrenador que combatan con pasión para que la afición vuelva a casa con buen sabor de boca. Al curso le queda poco. Todo está por hacer en la ACB. Las limitaciones del equipo son tantas, y más sin Moneke, que cualquier buena actuación debe dejar satisfecho a todo el mundo.

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