Joan Peñarroya ha atendido este miércoles durante treinta y cinco minutos a los medios informativos la víspera de volar desde Loiu hasta el aeropuerto de El Prat. Y como todo el equipo alterna la prudencia y el optimismo que sostiene la muy notable trayectoria del ... conjunto azulgrana. Desde luego, su ambición encaja con la filosofía del club, va acorde al 'carácter Baskonia'. De ahí declaraciones de un hombre echado para adelante aun sin despegar los pies del suelo. «Que las encuestas nos den como el segundo favorito para ganar la Copa es lógico. Llevamos sólo cuatro derrotas en veinte partidos de ACB y somos los mejores en nuestra parte del cuadro. ¿Qué si estamos a buen nivel me veo jugando el domingo? Sí». Y añade. «Espero no dormir ese día por la noche», en alusión a un hipotético festejo por el séptimo trofeo para las vitrinas de Betoño.
El técnico catalán ya lo ganó en pantalón corto hace veintisiete años, al término de la final contra aquel imponente Barça que perdió meses después la final europea por el tapón ilegal de Vrankovic a Montero. «La Copa siempre es un oasis, una competición fantástica que todos quieren jugar. Llevo años entrenando a primer nivel y conseguirla es algo que ambiciono, igual que seguir molestando y dando sustos en la Euroliga. A poco que nos abran la puerta intentaremos tirarla abajo». Así que Peñarroya quiere añadir a su título como integrante del TDK Manresa que comandaba Chichi Creus el de preparador al frente de «un equipo copero».
Entiende la tendencia a catalogar de sorpresa todo aquello que no culmine con otro capítulo más de la dictadura Barça-Madrid, un duopolio constante desde el campeonato vitoriano de 2009. «Aunque de verdad creo que este año los ocho equipos tenemos opciones». Entre ellos el que adiestra, claro, pese a su lógico descenso de rango respecto al deslumbrante mes de diciembre. «No estamos en ese momento brillante de finales de ese mes», coincidente con el formidable triunfo continental ante el Real Madrid en un Buesa Arena abarrotado. «Nos han pasado muchas cosas -el 'caso Henry' entre ellas- por las que otros se hubieran caído y nosotros no lo hemos hecho». «Los chicos -prosigue- tienen ambición y miran a los ojos a cualquier rival».
«La experiencia está muy sobrevalorada»
Por ejemplo al primero, el que dispone su Palau Olimpic para el acontecimiento. «Hoy sólo existe el partido contra el anfitrión, que va a ser difícil porque lleva años trabajando muy bien y juega muy buen baloncesto». Empezando por Tomic, pívot que pertenece a una especie lamentablemente en vías de extinción. «Es un fenómeno, uno de esos jugadores a los que me hubiera gustado entrenar. De los que se quiere ver y que ofrece muchas opciones al técnico. Un base en el cinco contra cinco y una delicia en el poste bajo».
Es un hecho el desconocimiento que de esta competición tan excitante tienen ocho miembros del plantel alavés. Asunto que no preocupa a Joan. «La experiencia es importante, pero está muy sobrevalorada. No creo que a tipos como Costello, Darius o Markus les afecte mucho la presión». ¿Y Heidegger? «Tiene que ser un jugador importante. Es muy diferente al que teníamos», sin nombrar a Pi. «Max es otro elemento perturbador para los rivales por su capacidad de anotación». Peñarroya, hombre sin miedo.
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