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Peñarroya desliza sus dudas sobre que Besson sea el base que necesita para cerrar el equipo

«Si conectamos con nuestro público, las cosas van a ir bien». Esa es la principal certeza que Joan Peñarroya quiso transmitir en su primera comparecencia de la temporada ante los medios. El técnico azulgrana se mostró muy sincero con respecto a los dos temas principales de los últimos meses: el decepcionante final de la pasada temporada y la confección de la nueva plantilla.

De la más actual, atisba que «falta algo». Que falta un jugador por llegar es una evidencia. Pero técnico y dirección deportiva parecen debatir sobre su indentidad. El martes, Félix Fernández abrió la puerta a que el temporarero Hugo Besson complete la plantilla de trece jugadores. «No descartamos nada», señaló. El entrenador catalán, ayer, deslizó una opinión más bien distinta. «No se trata de si es un jugador de nivel, que lo es, o con proyección, que lo es.Se trata de buscar el jugador que necesite el equipo para acabar de definir la plantilla. La dirección deportiva sabe cual es mi idea y tenemos aquí a Hugo haciendo la pretemporada», apuntó. Pse a ello, mostró su confianza en los responsables de la dirección deportivo. «El club siempre trabaja bien para tener la mejor plantilla posible».

Sus palabras dejan entrever que el base francés no termina de convencerle, así como la falta de experiencia de su primerizo escuadrón. «La plantilla, a día de hoy es una incógnita pero tiene capacidad de ser muy competitiva. Hay jugadores que no han jugado Euroliga o no la han alternado con la ACB. Tenemos el convencimiento que tienen capacidad para hacerlo bien pero aún no lo han hecho», recuerda. Mannion, Moneke, Khalifa Diop, Rogkavopoulos y Miller-McIntyre, los cinco fichajes hasta la fecha, se estrenan en esta tesitura y el catalán asume que la responsabilidad de que consigan adaptarse a la exigencia de ambas competiciones corre a cargo de él y de su cuerpo técnico. «Sabemos lo que somos y en función de lo que podamos evolucionar daremos más o menos guerra».

Peñarroya barrunta el planteamiento de «que la idea de juego no se aparte mucho de la del año pasado». «Hay jugadores que marcan mucho el estilo del equipo y que continúan. Y hay incorporaciones dadas a jugar con ese ritmo», argumenta. No duda de que con Diop y Moneke el equipo haya gana físico. «Ahora podemos pensar que vamos a tener más rebotes y defensa», sostiene. También con Miller-McIntyre. «Es un perfil que el año pasado no teníamos y donde creo que más sufrimos, en la defensa de los buenos dribladores, pero todos esto es solo un boceto y hay que plasmarlo».

El de Terrassa remarcó que dispondrá del «equipo más joven de la Euroliga», que a falta de la última incoporación tiene una edad media de 25,5 años. «Esto tiene cosas buenas, como un hambre y ambición brutal, y otras que tendremos que pagar un peaje», lamenta. Aunque su mayor temor es que la exigencia de los rivales parece todavía mayor que el curso pasado. «Hay doce o trece equipos que nos duplican o nos triplican el presupuesto. Mi idea es la misma, molestar lo máximo posible pero cada vez es más complicado», subraya con cautela.

El año pasado, el técnico se enorgullece de haber estado treinta y tres jornadas en el play off de la Euroliga y haberse colado entre el Barcelona y el RealMadrid en la fase regular de la ACB. «Fue una temporada de puta madre», dice de forma contundente, sin cohibirse y visiblemente molesto porque se dude de ello, tras el largo debate que supuso la temprana y decepcionante eliminación en cuartos de la ACB ante el Joventut. «Es obvio que la Copa y el play off fueron un palo. Pero jugar como lo hizo el equipo en 68 jornadas, la conexión con nuestra grada, el número de victorias que conseguimos… lo firmó a fuego», sentencia.

Consciente de que se le iba a pedir una valoración sobre los 23 días que pasaron entre el final de la temporada y el anuncio oficial de su continuidad, llegó con un discurso medido. «Fueron días extraños, pero lo llevo bien. La temporada son nueve meses y fueron muy buenos excepto esos tres momentos puntuales». Peñarroya apeló a su ya larga trayectoria en los banquillos, desde 2006, para saber llevar los veinte días. «Tengo la suerte de dedicarme a algo que me gusta y me apasiona y a la gente, a mucha, a la mayoría, le gusta como lo hago. Así que estoy muy contento de seguir aquí y competir contra los mejores»,

Defensor de disfrutar del camino y no solo del final, no le asusta la importancia de los resultados en la entidad que preside Josean Querejeta. «Soy muy consciente de cuál es el club en el que estoy y la historia que tiene y también de cuál es la realidad de Baskonia con respecto a otros clubes de Europa», formuló antes de mencionar una evidencia fuera de guion. «Cuando el club ganaba títulos o llegaba a la Final Four no estaba tan lejos de los otros o de clubes que el año pasado quedaron por debajo nuestro», se defiendió. «No soy de objetivos mínimos», prosiguió. «Quiero hacerlo mejor que el año pasado. Pero claro, entonces tengo que entrar en play off y hay que dejar por detrás cuatro presupuesto que nos triplican», reitera.

Por último, asegura que la pretemporada azulgrana va por buen caminio y que lo peor es que Marinkovic y Sedekerskis regresen el sábado, solo una semana antes del primer partido. «Ya nos conocen y van a llegar muy en forma. Los preparadores físicos te dicen que pueden caer en diciembre o enero. Ya lo veremos. Pero con ganas de estar todos para el tema de roles», concluyó.

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