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E. C.
Viernes, 10 de noviembre 2017, 21:51
Dos partes muy diferenciadas en el Mytishchi Arena. «La primera, francamente buena», subrayó Pedro Martínez. «La segunda, peor». De más a menos, el Baskonia maniató al Khimki hasta el descanso y fue decayendo después para morir en la orilla, fatigado, apuntillado por el talento de ... Shved. Entre otras cosas. «Hemos tenido muchas pérdidas y algunas sangrantes», apuntó el entrenador baskonista. «Eso nos ha quitado confianza. La defensa estática estaba siendo correcta, pero pequeños detalles decantan la balanza», explicó.
El técnico catalán se refiere a esos «balones perdidos (12), el rebote (24-18 tras el descanso)...». Los pequeños detalles, que «en partidos igualados son diferenciales». El de ayer es el tercer encuentro seguido del Baskonia que se decide por un punto: en los dos anteriores, ante el Panathinaikos (85-84) y el Unicaja (72-73), salió cara y ayer fue cruz. «No señalo a nadie, debemos mejorar esas cosas como equipo», precisó el preparador azulgrana, consciente de que «es difícil jugar los cuarenta minutos al mismo nivel». Su anhelo es mantener durante el mayor tiempo posible el ritmo de la primera parte. «Es la aspiración que tenemos, ojalá seamos capaces de hacerlo, sabiendo que una competición como la Euroliga penaliza mucho los pequeños errores».
La parte positiva es que, con esos errores y aún en fase de construcción, el Baskonia rozó la victoria en una cancha tan complicada como la del Khimki, donde aún no ha ganado nadie en la presente Euroliga. Sin Jordan McRae y sin el esperado ‘cuatro’ que dé relevo a Shengelia. «Hay que pensar que, si somos capaces de jugar como en la primera parte, ese es el camino. Pero sabiendo que no es suficiente con hacerlo bien 25 minutos, debemos tener más regularidad en nuestro baloncesto», apuntó Pedro Martínez.
Satisfecho con la evolución de su equipo. Pero cauto. «No hay que lanzar las campanas al vuelo cuando ganamos ni caer en el derrotismo cuando perdemos. Yo prefiero hacer una valoración en frío, que no tenga que ver solo con el resultado, sino con cómo hacemos las cosas». La mejoría es clara, el reto es mantenerla más tiempo en cancha y seguir dando pasos en la dirección correcta.
Para Georgios Bartzokas, la clave estuvo en la defensa y en el cambio experimentado por los suyos tras el descanso. «La llave del partido ha sido nuestra mejoría defensiva. El rendimiento del equipo en la primera parte ha sido el peor de la temporada en ambas canastas, sobre todo en la nuestra. Hemos permitido casi 50 puntos en dos cuartos y así no se puede ganar en la Euroliga», explicó el entrenador del Khimki.
«En la segunda logramos jugar mucho mejor en defensa, lo que nos ha dado confianza en ataque», precisó el griego, que destacó el valor de «un triunfo importante», el quinto en seis jornadas, ante un Baskonia que «jugó excelente».
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