Paris 67-65 Baskonia

El Baskonia paga la crudeza del desacierto y cae en París

Hablar del partido del París de Tiago Splitter, quien hubiera podido firmar uno de sus mejores partidos de su carrera en caso de haberle pillado este partido en su tiempo de jugador, daría para otro epitafio. Los galos gastaron toda la diversión en las seis jornadas anteriores y se vieron abocados a jugar un partido funesto por ambos bandos. No hay coraje, buena defensa ni 17 rebotes en ataque que soporte una ceguera tan acentuada y extensa. Al principio eran buenos tiros errados. Al final fueron lanzamientos precipitados, presa de la desesperación lógica del que no le sale nada bien. Una frustración reflejada en los tres últimos ataques.

El Baskonia llegó al último minuto con un 67-63 adverso. Ahí fue Moneke quien agarró la responsabilidad. El nigeriano fue el mejor con un doble-doble (y 30 de valoración) más amargo imposible. Fue decisivo hacia la canasta, bien defendido por Bandja Sy. No soportó el contacto del poderío físico del francés que jugó en Andorra y, forzado, lanzó la pelota (no se puede considerar un pase) hacia atrás, impactando el balón en la rodilla de Donta Hall. La siguiente defensa fue aún peor, pero TJ Shorts, el demonio que tiene el París como base principal y estrella, dejó una bomba sin fuerza apiadándose de su amigo Moneke, con el que coincidió en la Universidad de California.

Tenía otra opción el Baskonia, esta vez en las manos de Forrest, que penetró con confianza para ganarse el espacio con su físico y se llevó una falta en ataque ante Ward. Pablo Laso se quedó como 'El Pensador' de Rodin. Un equipo paralizado que, aún con 34 segundos por delante, fue incapaz de hacer falta y optó por presionar tarde y mal el ataque parisino. Liquidada cualquier opción, Cabarrot aún se jugó otro triple, el 27º, no contabilizado porque Moneke observó que no iba a tocar el aro y lo palmeó sobre la bocina. Solo librados de firmar el peor récord en el lanzamiento exterior por el 0 de 19 del Estrella Roja en la temporada 2014-2015.

Al Baskonia se le escapó una victoria que peleó con tanto coraje como desatino y recordó a la acontecida en Lyon hace dos semanas ante el Asvel. Francia, tierra maldita. Dos partidos errados de esos pocos que pintan especialmente amables lejos del Buesa Arena, donde el conjunto de Pablo Laso sigue sin ganar la Euroliga. El contrapeso del pleno de cuatro victorias en Zurbano. La última a lomos de un Forrest mucho más discreto ayer pero superior a un Baldwin que pierde pulso como timonel. El estadounidense de Georgia se quedó sin jugar en la segunda mitad en detrimento de un Jaramaz que aportó garra, cuatro robos y otras tantas asistencias. El que más del equipo. Tampoco estuvieron brillantes Cabarrot, que se jugó todo el primer cuarto y luego perdió el hilo, ni Howard, el único capaz de desollar el aro parisino desde la larga distancia. Y falló otros diez. El astro azulgrana mostró una primera versión de brazos caídos, alicaído por la falta de balones recibidos y por la asfixiante defensa de Ouattara para luego dar paso a su cara más ansiosa.

No todo fue malo en el Baskonia. Empezó llevando el partido a su terreno.Sin ataques alocados, con el control del rebote y una buena defensa del perímetro que hizo lanzarse verdaderas piedras a los mejores estiletes de Splitter, TJ Shorts y Nadir Hifi. Pero la segunda unidad azulgrana bajó el nivel de tensión defensiva y obligó a Laso a pedir dos tiempos muertos en el segundo cuarto. Uno, con un 33-22 en el marcador. La fuerza de Donta Hall y Moneke para cargar el rebote en ataque ante tanto fallo triplista, 11 entre los dos, dotó de puntos y tiros libres a los azulgranas, aferrados como una lapa al partido. Como siempre, pero a la vez como nunca.

El 0 de 15 en triples al descanso se agravó en un tercer cuarto a raíz de una antideportiva a Forrest y un triple de Maodo Lo. Otra vez diez puntos abajo (54-44, minuto 27), que antes semejante desatino en el tiro parecía una distancia como la que separa a pie París y Vitoria. Howard dio el primer paso para acercarse con el triple que abrió el último cuarto. El parís solo anotó diez puntos en los últimos diez minutos. Pero la productividad azulgrana fue esteril. Se quedó a dos puntos. A un triple de haberse despertado en la segunda posición de la Euroliga.

El Baskonia viajará directo desde París a Gran Canaria para medirse al conjunto de Lakovic el domingo. Los vitorianos necesitan una victoria para allanar el billete para la Copa, aún lejana pero que apunta a ser difícil de alcanzar otra vez.