Pablo Laso: «No me gusta esta montaña rusa del Baskonia. No la quiero»

El aficionado azulgrana que no aplaudía al descanso era porque ya había retirado el papel de aluminio del bocadillo. «La mejor parte que hemos hecho en toda la temporada», aseguró Moneke antes de entrar al vestuario con veinte puntos de diferencia. «Esa trabajo defensivo ha sido la clave del partido», ratificaba después un Pablo Laso «contento en líneas generales». Sin excesos en su alegría ni euforia en su discurso. «Ni el otro día me fui jodidísimo ni hoy contentísimo. No me gusta esto de la montaña rusa, esta inestabilidad. No la quiero», aseguró en sala de prensa.

Preguntado sobre el por qué de las dos caras en 48 horas respondió que cree que sí tenía una explicación. «Pero prefiero guardármela», aseveró. El vitoriano también salió del paso sobre el dardo que lanzó desde el mismo sitio el domingo. »A veces, las plantillas mejoran quitando», manifestó. «No me refería a nadie en concreto», afirmó antes de lanzar una broma al responsable de prensa. «Pero lo sigo creyendo», se reafirmó.

Laso desveló no haber «tocado muchas teclas» tras el fiasco del pasado domingo ante el Valencia. «Somos un equipo más de ataque que de defensa. La gente defiende mejor después de hacer un buen ataque. A mí me pasaba como jugador. Nunca pensaban primero en a ver si defiendo bien», explicó sobre la condición de un equipo que brilló con los dos bases, Forrest y Baldwin, en cancha. «Sabíamos que nos iba a incomodar lo del pasaporte de Kamar pero ya está resuelto», celebró para poner en valor la gestión de la directiva.

Por su parte, Tadas Sedekerskis, uno de los más destacados del triunfo, apuntó que el Baskonia debe «marcar territorio desde el minuto uno» cuando juega en el Buesa Arena. «No sé por qué hay días que no lo hacemos. Estamos buscando soluciones para salir de esta», aseguró. En el bando turco, Jasikevicius habló de una primera parte «horrorosa» y se mostró molesto con la «actitud» de sus jugadores. «Les habíamos avisado que aquí había movidas y saldrían con ganas pero no ha habido manera. El mensaje no ha calado», lamentó.