Un pabellón muy poco amistoso para el Baskonia
Plaza difícil ·
El equipo azulgrana sólo ha ganado cuatro de sus diecinueve compromisos en la cancha del Olympiacos, un escenario malditoPlaza difícil ·
El equipo azulgrana sólo ha ganado cuatro de sus diecinueve compromisos en la cancha del Olympiacos, un escenario malditoSantillana del Mar lleva al cuello el sambenito de las tres mentiras. Dicen que la villa cántabra no es santa, tampoco llana y mira con prismáticos el mar. Algo semejante a la etiqueta que arrastra el recinto donde juega el Olympiacos. Desde el puerto de ... El Pireo se distingue perfectamente la forma de txapela invertida del pabellón de La Paz y La Amistad. Ya no hierve como en el pretérito o por las visitas del archirrival Panathinaikos, pero gasta fama esa cancha de serenar poco los cuerpos visitantes y menos aún las almas.
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Se trata de un lugar maldito para el Baskonia, que sólo ha ganado allí cuatro de sus diecinueve compromisos al calor de la febril hinchada rojiblanca. Pocos adversarios tan recurrentes como el griego en la historia continental de la entidad vitoriana y ninguno que le fotocopie tal cantidad de frustraciones. Los hermanos Angelopoulos, dueños y fieles a su negocio naviero, siempre arman juguetes de alto valor añadido. También ahora, pese a las marchas de Sloukas con su trasvase al enemigo ateniense y Vezenkov.
Pese a la descorazonadora trayectoria azulgrana en aquel santuario hay noches para regocijarse de júbilo. Muy especialmente aquella del año 2001, cuando el equipo ya entonces de Ivanovic volteó el marcador en una velada mágica del deporte alavés. El Glorioso derrotaba 0-2 al Inter en San Siro y el Baskonia de la campaña por tierras helenas (Peristeri, Olympiacos y AEK) giraba un duelo aparentemente fatalista mediante un recurso táctico del que reniega el mariscal. Aquella bendita locura acabó con las finales de mayo en Dortmund y Bolonia, respectivamente. El colmo para una ciudad de 250.000 habitantes.
33-18 en el segundo cuarto y sensaciones de baño frío a cargo de Rivers, Risacher y Radja (la triple R) entre otras estrellas. Y, con la que estaba cayendo, Dusko ordena una zona 2-3 muy activa que detiene el fluido ataque local hasta el punto del requiebro perfecto. De conjunto sometido a gobernador firme con actuaciones sobresalientes de Bennett y Corchiani -vaya dúo de bases-, Alexander y Oberto.
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De aquella fecha hasta ahora, veintidós temporadas ya, el cuadro de Betoño sólo ha dejado otras tres muescas en el recinto de El Pireo. Un triunfo ajustado en 2004 (83-85) dentro del 'Top 16' con protagonismo de Macijauskas. Otro de enorme repercusión tres ejercicios después (2007), cuando el bloque de Bozidar Maljkovic remató la faena (89-95) ya labrada días antes en Zurbano. Nada menos que el visado para la F4 de Atenas como traca final de Scola, quien marchó dos meses más tarde a Houston. El último éxito data de hace tres cursos, en plena pandemia, con una victoria (76-90) sin público y la generosidad desplegada de Henry en forma de once asistencias. Así que en tres de los cuatro retornos felices desde La Paz y la Amistad era Ivanovic quien mandaba desde el banquillo.
Escrita la memoria que incita al optimismo no queda otro remedio que aludir también al 'eterno' secarral. Una cuenta ascendente de derrotas que parecía no hallar el modo de contener la caída durante trece temporadas. Período en el que el Baskonia acumuló quince cesiones sin una sola tregua que llevarse al espíritu durante sus frecuentes visitas al Olympiacos.
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Algunas de ellas tan feas que parecen impropias de la sólida hoja de servicios azulgrana en el baloncesto continental. Tundas adversas como las que el propio equipo vitoriano propinó la campaña anterior a tantos rivales. Destacan tres palizas de agrio recuerdo especialmente, concentradas entre 2014 y 2021.
En la primera, cronológicamente, el grupo que ya entonces manejaba Georgios Bartzokas zarandeó al de Sergio Scariolo (89-59) al término de un duelo correspondiente al 'Top 16'. Otras dos docenas y media de piedras en el zurrón se llevó el cuadro alavés en la estación intermedia de ese viacrucis. Un 92-62 en 2017 del bloque de Ioannis Sfairopoulos al de Sito Alonso con un Papanikolaou desatado. Y la más reciente (2021), semanas antes de la última destitución de Dusko cuando Fall y Vezenkov a la cabeza atropellaron a un Baskonia confuso que recurrió en noviembre a Neven Spahija.
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Los datos
18-28 Es el balance adverso para el Baskonia en sus enfrentamientos con el Olympiacos
14-9 Es el registro entre victorias y derrotas azulgranas ante el equipo rojiblanco en Vitoria
Alec Peters dejó Vitoria en el verano de 2022 con el regusto propio de los elegantes tras dos campañas como azulgrana, buena la primera y condicionado por las lesiones la siguiente. De aquí marchó al Olympiacos, donde el curso pasado sufrió la alargada sombra de Sasha Vezenkov, jugador más valioso de la Euroliga que también ocupaba el puesto de ala-pívot.Pero la marcha del búlgaro a Sacramento Kings (NBA) ha devuelto el protagonismo al exazulgrana. Peters ha pasado de 4,6 puntos y 2,5 rebotes para 4,5 de valoración el ejercicio pasado a 13 y 5, junto a 2,2 asistencias y 1,3 robos que le disparan hasta los 16 créditos. Ahora mismo es una pieza relevante para Bartzokas.
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