La obligación de tomar la Casa Blanca

El conjunto vitoriano siempre figura en el pelotón de los ocho elegidos con vistas a los 'play off' cada vez que empieza una campaña. Y resulta que ahora, a mediados de mayo, no le queda otro remedio que vencer al vigente campeón de Europa, el Real Madrid, en el WiZink Center y aguardar el mal ajeno. Traducido a la derrota del Manresa en su visita a un Tenerife también, como el grupo alavés, castigado por las bajas.

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Ángel Resa

No existe peor preámbulo que el triunfo imprescindible y, aun así, encomendar el porvenir propio a manos ajenas. Quizá no baste con resolver el desafío de asaltar la Casa Blanca. En términos deportivos, claro, no igual que la jauría de energúmenos que tomó el Capitolio de Washington como protesta ante el relevo de Donald Trump.

Incluso después de solventar ese reto existe la posibilidad de firmar el histórico fracaso de permanecer al margen de los cruces por primera vez en cuatro décadas. Según el marcador del rival directo por la plaza del octavo pasajero, el dinámico Manresa de Pedro Martínez que entiende el baloncesto como un vértigo de idas y vueltas sin pausa ni tregua.

Colocándose la parroquia azulgrana en el mejor escenario, la clasificación para los 'play off' le evitaría un primer enfrentamiento con su adversario de esta tarde. Porque la derrota madridista en Valencia el viernes, unida a la mínima victoria malagueña la misma fecha en el Palau, sitúa al Unicaja como oponente baskonista en la serie de cuartos si se da la combinación.

Si ya resulta difícil derrotar al completísimo plantel que Chus Mateo heredó de Pablo Laso, el lema circense del más difícil todavía reclama su sitio en este relato. El bloque de Dusko Ivanovic, actuando como tal anteayer bajo el liderazgo de Vanja Marinkovic, resolvió la preocupante visita del UCAM Murcia para estirar sus posibilidades hasta la última jornada con su versión menguante.

Casi más jugadores detrás de la canasta, en el emplazamiento previsto para los lesionados, que pisando la cancha o sentados en el banquillo. A Khalifa Diop, Moneke y Codi Miller-McIntyre se les unió Markus Howard en su baja sobrevenida. Y mediante este formato reducido, el grupo vitoriano selló una victoria concluyente.

«Pinta mal», declaraba el mariscal sobre el problema físico de su anotador inaudito después del encuentro. Pero el formidable triplista viajó ayer, igual que el gran hallazgo en el puesto de base, al destino. El hombro dañado de McIntyre y la pierna resentida de Howard merman las opciones de un conjunto preparado para apurar sus inciertas posibilidades.

Enfrente, una plantilla de amplia eslora que sólo se lamenta por la lesión de Gabi Deck el viernes durante la derrota blanca en La Fonteta. El argumento que conviene al Baskonia además de la pérdida de tensión del poderoso cuadro local. Un Real Madrid clasificado para la 'Final Four' europea de Berlín, donde defenderá su título logrado hace un año, ha perdido el aliciente del resultado hoy.

Su caída en La Fonteta, junto al triunfo malagueño en Barcelona, le impide liderar la fase regular. Ocurra lo que suceda en Málaga ante el colista Palencia, el efervescente equipo de Ibon Navarro es el primero con seguridad. Antes de esos marcadores, el equipo de Chus Mateo disponía de un aliciente añadido. El de derrotar al grupo de Dusko Ivanovic para dejarlo fuera de las eliminatorias y elegir en primera ronda a un Manresa espectacular, pero más liviano. Sea como fuere, el tenista azulgrana encara al resto la bola de partido que le evite un mal capítulo dentro de su fértil historia.