El Baskonia y la pelea por la supervivencia

El itinerario al refugio del Buesa Arena tiene un laberinto espinoso. Es la Fonteta y el belicoso Valencia Basket, que demostró el sábado que, ante su público, es capaz de acercarse a su techo como equipo. Imperfecto, pero casi siempre intenso, el conjunto de Pedro Martínez tapó sin problemas la baja de Guillem Vives para ver emerger a un Antoine Diot imperial. No fue capaz el Baskonia de explotar las carencias rivales en el puesto de base, quizás porque su dependencia de Shane Larkin también es alta y debido a que, en esta ocasión, Laprovittola no encontró la combustión durante los minutos en los que la dirección estuvo en sus manos de manera exclusiva. El base catalán vuelve a ser duda en el duelo de esta noche, una categoría a la que se suma Rafa Martínez, con problemas de espalda.

El del timonel argentino no fue el único apagón. El tercer encuentro volvió a demostrar que este Baskonia no solo puede imponerse a un rival como el Valencia Basket desde una respuesta coral y armónica, con su tropa involucrada al completo. Sus pilares son distintivo, pero también deben elevar su nivel de jugadores termómetro: Kim Tillie, Johannes Voigtmann o, nunca es tarde para un pistolero, Rodrigue Beaubois.

El desarrollo de la serie ha demostrado que el gran nudo de la batalla bascula entre la capacidad azulgrana para inyectar dinamismo y velocidad a su juego y los recursos taronjas para imponer el peso del músculo, más lento pero contundente cuando acierta. La lucha por el rebote como primer paso para marcar la pauta del ritmo sigue siendo crucial, pero también el dominio de las emociones. El Baskonia se siente contra las cuerdas y debe encontrar la fortaleza para salir. El Valencia Basket está a un paso de la final ACB, pero también sabe que un tropiezo le llevaría a donde ni sueña con volver; el Buesa Arena.