Sobrevivir al desacierto

Tras un primer cuarto huérfano de puntos, el Baskonia elevó su intensidad defensiva para saber jugar de otra forma y ganar de otra manera. Así empezó a dominar el duelo, aunque fuera con distancias cortas, hasta que la calidad del escolta galo y Larkin marcó territorio en la segunda mitad, fundamentalmente en el último cuarto, en el que la escuadra alavesa tuvo en su mano incluso superar el average, aunque al final no pudo atarlo. Triunfador en medio del desacierto general, sin brillo pero con la actitud necesaria para competir.

Pocos puntos y trabajo

El partido ya empezó rácano en anotación, con muchas imprecisiones en ambas canastas. La objetividad de los números ofrecía un análisis certero de lo que fue el primer cuarto, que acabó con 11-12 en el marcador. Una canasta en tres minutos, un triple de Rafa Martínez; y una para cada equipo en cuatro, sumada una de Beaubois. Malos tiros, malos pases y poco acierto. Quiso centrarse antes el Valencia (6-12), pero la entrada de Laprovittola -por un acelerado Larkin- y Shengelia elevó el nivel de intensidad baskonista para nivelar tan pobre marcador al final del primer cuarto con una presión a toda cancha que derivó en dos posesiones tragadas por el conjunto taronja sin que la pelota pasara del centro del campo.

A falta de acierto, la escuadra azulgrana tiró de mayor actividad defensiva, impulsada fundamentalmente por el argentino y el georgiano, apoyados por la energía permanente de Jaka Blazic. Crecer desde el trabajo en la zona propia para sobrevivir al desacierto en la ajena. Cuatro minutos le costó al Valencia anotar su primera canasta en el segundo cuarto, aunque al Baskonia también le costaba remar en la anotación. Con Larkin más sereno en su retorno a cancha, el equipo azulgrana marcó sus primeras diferencias (22-17), pero no supo aprovechar la técnica señalada al preparador visitante, por protestar una clara falta de Romain Sato, para establecer una renta más tranquilizadora en el intermedio (29-25).

Descalificante y lesión

El descanso dejó en el vestuario taronja a Pedro Martínez, descalificado por la segunda técnica que recibió en el túnel, y Guillem Vives, cuya lesión alteró la posición de base valenciana, que ya antes acusaba la baja de Diot. Y el Baskonia entró mejor en la reanudación. Jaka Blazic anotaba en el bando local y Sikma respondía en los visitantes, pero los azulgranas avanzaban a un ritmo ligeramente mejor (43-35). Parecía corregirse el anterior déficit de acierto de cara al aro, aunque no duró mucho. El juego seguía atascado. Más ganas que baloncesto y todo por decidir en la entrada del último cuarto (49-43).

Irrumpió entonces Beaubois en el partido. Ocho puntos para establecer la máxima diferencia baskonista (60-50). El Valencia quería seguir agarrado al duelo (64-56), aunque la inercia ganadora era vitoriana y en los últimos minutos ambos equipos parecían mirar al average, cifrado en ocho puntos. Lo tuvo muy cerca el cuadro azulgrana, que ganaba por doce a un minuto del final (71-59), pero, tras cuatro puntos visitantes, la gran diferencia de faltas señaladas a uno y otro equipo permitieron al Valencia defender la última jugando con el bonus y dejar esa parcela nivelada.