Carlos Pérez de Arrilucea
Domingo, 19 de febrero 2017, 23:18
Para un club con ambiciones como el Baskonia, ser eliminado de semifinales supone quedar varado en tierra de nadie después de superar el drama de una posible caída temprana en cuartos pero sin poder aspirar a la gloria del título en la final. A pesar ... de todo, el plantel vitoriano logró cortar esa tendencia negativa del último mes que lo había convertido en un equipo de escasa fiabilidad. Ante el Iberostar Tenerife fue serio y práctico para confirmar los pronósticos y frente al Real Madrid recuperó la capacidad competitiva para plantar cara a un oponente con recursos superiores.
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El pase a la final se escapó de las manos del Baskonia merced a errores propios en el tramo final de un encuentro en el que el Real Madrid se mostró implacable después de sentirse contra las cuerdas. Faltó oficio en las filas azulgranas, pero también oxígeno y clarividencia en un grupo de jugadores que compitieron al límite tras el descanso. La experiencia fue un grado en las filas blancas, pero también la calidad suprema de un buen número de sus jugadores. Mientras, el conjunto azulgrana demostró que aún le quedan lecciones por aprender para rematar a gigantes cuando se encuentra en la antesala de un título de prestigio como el de la Copa del Rey.
La trayectoria precedente hacía llegar al Baskonia al torneo del k.o. en un estado de tensión más o menos disimulado. Se esquivó el drama de quedar fuera en la jornada inaugural y la vida sigue con exigencias inmediatas, centradas especialmente en la Euroliga. Después de acumular cinco derrotas en los últimos seis duelos continentales, el equipo de Sito Alonso busca un despertar inmediato para reconducir su deriva en la pelea por garantizar un puesto en los play off de cuartos.
Restan ocho jornadas para la conclusión de la fase regular y el primer gran examen llega el próximo viernes. El Baskonia, séptimo con 12 victorias, visita a un Anadolu Efes, su inmediato perseguidor en la clasificación de la Euroliga y dolido después de caer ayer en la final de la Copa turca ante el Banvit (66-75). Es una prueba de altura en la que aún queda tiempo para confirmar el posible retorno de Tornike Shengelia. La baja del georgiano ha reducido los recursos interiores azulgranas, dejando al equipo sin su principal y casi único referente en juego de poste bajo. Sin Shengelia, tampoco Andrea Bargnani ha terminado de dar un paso adelante para convertirse en referente. El italiano sigue siendo un problema para el club azulgrana.
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