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Los jugadores baskonistas hacen piña con gesto de abatimiento después de la derrota ante el Estrella Roja.
Las huellas de un frenazo
Baskonia

Las huellas de un frenazo

La defensa y el rebote destacan como los datos estadísticos diferenciales en la mala racha del Baskonia

Iñigo Miñón

Jueves, 26 de enero 2017, 00:44

«Claro que estamos en un bache». Sito Alonso no tiene problemas en reconocer el mal momento que atraviesa el Baskonia. De resultados y de juego. Tres derrotas consecutivas con sensaciones menguantes. Del toque de atención en la visita al Darussafaka (98-89) a la preocupante imagen ofrecida el martes en el Buesa Arena ante el Estrella Roja (69-97), cuando al descanso ya no había partido, dando así continuidad al varapalo sufrido la semana anterior en la cancha del Olympiacos (92-62).

«Es importante reconocer que estamos mal y ver las cosas que tenemos que hacer para mejorar poco a poco. La presión por recuperarte lo antes posible genera una ansiedad que debemos evitar», explica el técnico. Aspectos como la defensa o el rebote emergen como factores diferenciales en el bajón que ha experimentado el conjunto vitoriano en los tres últimos partidos, justo después de firmar ante el Unics el que posiblemente ha sido su mejor encuentro del curso (102-70).

Donde antes encajaba 76,7 puntos, hasta la jornada 16, el Baskonia ha recibido 92,3 en las tres últimas, casi 16 más por duelo. Cifras prohibitivas para competir. «Hemos empezado muy mal en el balance defensivo», admitió el técnico tras la derrota frente a los serbios -25 puntos por cuarto hasta el descanso-. El ataque, que depende más de un talento fuera de toda duda que de la actitud o el deseo, sufre menos: de los 81,6 puntos anotados antes a los 73,3 de ahora. Aunque con peores porcentajes: baja fundamentalmente en el tiro de 3 (de 35% a 29%), aunque también lo hace en el de 2 (de 53% a 52%) y hasta en el libre (de 76% a 73%). Cosas de la confianza.

«Si creemos que podemos competir sólo tirando y jugando en ataque, estamos cometiendo un terrible error, ya que no seremos capaces de hacer las cosas que hemos hecho en la primera vuelta de la Euroliga», había advertido Sito tras perder en El Pireo. «Tienes que tener claro el carácter de tu equipo, lo que hace diferente al Baskonia del resto. Para eso nunca puedes perder en energía, rebotes, balance defensivo y en el resto de cosas que no dependen de si aciertas o fallas, es innegociable», precisó entonces.

Jugadores en mal momento

El rebote, otra de las claves que surgen del deseo y la concentración. Otro de los factores más determinantes en el bache que atraviesa la escuadra baskonista, que ha restado cinco capturas por partido a su producción anterior: de 37,6 a los 32,7 de estos tres últimos compromisos. Acentuado en la canasta propia (de 26,7 a 23,7) y en la contraria (de 10,9 a 9). «Hay que volver a ser mucho más básicos, aunque juguemos más feo, pero tener más consistencia para, aunque no nos divirtamos tanto; tener mucha más solidez en las cosas básicas de nuestro juego», expuso el entrenador azulgrana como primer remedio a los males vitorianos. Que afectan al rendimiento colectivo y, obviamente, al individual.

«Tenemos algún jugador que es normal que esté pasando un momento más bajo», asume Sito Alonso, que el martes puso la lupa en la dirección, aunque «no son los culpables» únicos quienes actúan en esa posición. «No es normal lo que ha pasado en algún momento del partido, sobre todo en primera línea, con balones que nuestros bases no están habituados a perder», explicó. Y aludió a Larkin, consciente de que «es normal que no pueda estar siempre al mismo nivel».

Es cierto que el norteamericano no ha cogido las riendas del juego en ninguno de los dos últimos partidos, pero sigue sumando, aunque sea estadísticamente y desde esas ganas dominadas muchas veces por el ansia -ha bajado en puntos (de 16 a 12) y asistencias (de 6,4 a 5)-. No pueden decir lo mismo otros como Bargnani o Beaubois, los dos que más han descendido en sus prestaciones en este tramo. El italiano puede estar condicionado por su readaptación física tras la lesión, pero ha sellado los tres encuentros con valoración negativa y un promedio de 1,3 puntos cuando antes era de 12; y el galo anota menos (de 13,8 a 8,6) y su valoración ha mermado considerablemente (de 13,8 a 2).

También ha menguado de forma notable la producción ofensiva de Voigtmann, casi la mitad (de 11,6 a 6), que se aferra al rebote como principal arma durante este bache. «Pero es cosa grupal, no individual. Debemos jugar con más dureza y sistemas más sencillos», concluye el entrenador Sito Alonso.

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