EN PROCESO DE APRENDIZAJE
Al igual que pedimos al estudiante que ha de esforzarse un poco más cada día, el Baskonia está ahora en ese momento: ser constante y consistente
Juanjo Brizuela
Viernes, 25 de noviembre 2016, 00:09
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Juanjo Brizuela
Viernes, 25 de noviembre 2016, 00:09
Como la época estudiantil, el Baskonia se encuentra en la primera evaluación de la temporada. Iniciado el curso, las clases, tutor nuevo y nuevos compañeros, el equipo se está adaptando a este nuevo ciclo y está pasando por los controles y exámenes en formato partido. Algunos de los primeros encuentros llegaron a ser inesperadamente brillantes, dada la altura de una temporada recién iniciada. De la misma manera, algunas pequeñas sombras han surgido, aunque deberíamos decir que tampoco es real del todo. Luego, ¿qué lección debemos sacar? Que el equipo está aprendiendo a conocerse y a jugar juntos.
Desde el inicio de curso, el Baskonia mostró que si algo tiene esta temporada es un talento ofensivo fuera de toda duda. Ha sido construido desde el criterio de anotar una canasta más que el equipo contrario, a veces con esfuerzo y en otras sin apenas pestañear. Jugadores como Larkin, Beaubois, Hanga, Shengelia, Bargnani, e incluso en algunos momentos Blazic y Voigtmann, han demostrado al rival que cada vez que cruzan el medio campo supone un problema adivinar cuándo y quién te puede anotar. El equipo se deja llevar por sus capacidades y al menor resquicio del rival sale a relucir todo el talento que tiene. Pero como cada partido es distinto, te demanda que para ganar se necesita defender y la constancia.
La solidez de un colectivo se mide no exclusivamente por los resultados obtenidos sino por la continuidad y la constancia en el esfuerzo. Un arrebato de anotación te puede dar cierta diferencia frente al rival pero en otras muchas, la exigencia es de tal calibre que lo importante en ese caso es ser capaz de encadenar acciones positivas de manera consecutiva: un ataque, una siguiente buena defensa, un nuevo rebote, un nuevo buen ataque, una buena defensa después Al igual que pedimos al estudiante que ha de esforzarse un poco más cada día, el Baskonia está ahora en ese momento: ser constante y consistente.
Detalles tácticos
Tres detalles tácticos denotan este estado: primero, la defensa ha bajado su intensidad en especial desde el 1x1 en defensa tanto con balón como sin balón. Gracias a las extraordinarias condiciones físicas de los jugadores, el Baskonia forzaba errores en el rival negando las penetraciones y saltando a la línea de pase para entorpecer el ataque contrario. Este hecho se ha evidenciado en los últimos partidos donde se perdía el control del espacio en defensa obligando al resto del equipo a un esfuerzo mayor a partir de las ayudas, con el consiguiente problema de los espacios que aprovecha el rival para atacar esta debilidad. En segundo lugar, como consecuencia, el equipo ha perdido su explosividad para salir en transición. El trabajo extra en defensa, cierto descontrol en las recuperaciones, permite al rival tirar en mejores posiciones, cargar el rebote ofensivo y negar uno de los mejores puntos fuertes de este Baskonia: el juego en transición. Y tercero, el juego en ataque ha pasado a estar dominado por el bote y no tanto por el juego sin balón y los pases, en especial a partir del triángulo en el lado débil que formaba con Bargnani como eje y la lectura de las situaciones bien de Hanga, Shengelia, Beaubois y Voigtmann. La circulación se ha ralentizado dejando de ser imprevisible para el rival, buscando quizá un mayor conservadurismo empleando el pick & roll en la parte central.
Sito Alonso ha insistido que ante este trajín de partidos lo que precisaba el grupo es que las cosas que dependían de él debían salir perfectas. Lo vimos frente al Fenerbahce, Real Madrid y en algunos momentos sueltos de partidos. En otros no ha sido así. No es materia de preocupación aún porque se tendrá que acostumbrar también a esta vorágine de partidos para que desde los principios de la identidad del equipo, ritmo, defensa y talento ofensivo, se puedan resolver éstos con mayores garantías. Nunca resulta tan cierta la frase de que el talento te puede ayudar a ganar partidos pero el trabajo y la constancia te ayudará a ganar campeonatos (o al menos, pelear por ellos). Los resultados llegan no con la solvencia inicial pero sí sumando victorias.
Esperemos que con el retorno de Shengelia al grupo, más entrenamientos colectivos, en especial para meter en dinámica a Budinger e incluso a jugadores más tapados como Diop y Luz, el equipo siga evolucionando porque en definitiva es también uno de sus objetivos: crecer para que en el momento de la verdad estar preparados para dar el máximo. Empezar es fácil; persistir, es un arte, dicen.
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