Shane Larkin: «Nuestra defensa es muy buena o muy mala, hay que encontrar un término medio»

¿Qué sensaciones extrae de los últimos cuatro partidos?

Creo que estamos en una buena posición en las dos competiciones. Después de un triunfo como el que logramos ante el Fenerbahce puede que nos relajáramos para perder los dos siguientes partidos en Valencia y en Milán. No estábamos realmente centrados. No termino de encontrar la palabra, pero es como si ganar al Fenerbahce por más de treinta puntos nos diera una falsa sensación de confianza. Luego creo que mostramos cierta consistencia mental para ganar al Brose tras remontar quince puntos y hacer algo parecido ante el Zaragoza.

¿No tiene la sensación de que han jugado en exceso con fuego en las dos últimas victorias?

Está claro que nos costó despertar en los dos partidos. No podemos ir a jugar los primeros veinte minutos de un partido sin dureza, con malos tiros o pérdidas de balón mientras el rival hace bien las cosas.

¿Es imposible mantener la estabilidad con semejante vorágine de calendario?

No es imposible. Necesitas una mentalidad fuerte para ser un equipo estable. No podemos pasar por alto a ningún rival. Puede haber momentos en los que estás cansado, pero para eso está el banquillo y otros jugadores que deben mantener el mismo grado de agresividad que otros que están jugando muchos minutos. Somos un equipo con mucho talento y podemos mantener un buen nivel de juego durante cuarenta minutos.

¿Considera crucial involucrar a más jugadores en el sistema? El núcleo duro quizás precise de más ayuda.

Si hay jugadores que estamos acumulando muchos minutos es porque hemos venido aquí a hacer eso. Seguro que si preguntas a un jugador si quiere tener más minutos, no habrá ninguno de que diga que no. Todos queremos jugar cuarenta minutos porque amamos jugar al baloncesto. Por eso siempre es difícil equilibrar los minutos y, en ese sentido, creo que Sito está haciendo un buen trabajo.

Si son cuarenta, mejor

Desde otra perspectiva, se puede considerar que semejante sobrecarga puede ser perjudicial.

Sí, pero te aseguro que el jugador siempre quiere jugar. Personalmente, no tengo problema en sobrellevar los minutos que juego. He trabajado todo el verano en mi físico para afrontarlo. Incluso si tengo que jugar cuarenta minutos cada noche.

A este Baskonia se le presupone un gran talento ofensivo, pero ¿hasta dónde puede llegar en la mejora defensiva, que ahora parece el flanco más débil?

El problema es que nuestra defensa es muy buena o muy mala. Tenemos que encontrar ese término medio, una línea en la que estabilizarnos durante todo el partido. Cuando estamos bien atrás, tenemos opciones de correr en transición; Adam (Hanga) puede conectar un alley oop, Andrea (Bargnani) o Johannes (Voigtmann) sumar triples, Jaka (Blazic) atacar el aro... La defensa nos ayuda a ser consistentes. Cuando lo hacemos bien en este aspecto y logramos correr podemos ganar partidos por diferencias muy amplias. En caso contrario, somos un equipo que ralentiza su juego.

¿Cuáles cree que son los principales errores a corregir atrás?

Hay muchas cosas que mejorar. A veces permitimos muchos triples o tiros en la pintura. Pero es una cuestión de crecer, de entender el sistema y lo que se necesita en cada partido. Al final, da igual el esquema que sea; individual, zona 2-3, presión a toda cancha... Será lo que Sito Alonso vea necesario. Tenemos fe en él y creemos en lo que él cree. Si nos falta intensidad no es porque no la tengamos. Ya vimos lo que sucedió cuando el equipo defendió duro ante el Fenerbahce, en la primera parte frente al Real Madrid o en la segunda ante el Brose. Lo que debemos hacer es lograr estirar ese nivel de intensidad durante todo un partido, no solo en 20 ó 25 minutos. Es clave mejorar en ese punto, porque creo que las cosas nos van a funcionar en ataque ya que somos un equipo con mucho talento.

Adaptación completa

En su primera experiencia europea, Shane Larkin no transmite la sensación de ser novato en nada. ¿Qué hay detrás de esa aparente facilidad de adaptación?

He de reconocer que los primeros partidos, especialmente los de Euroliga, fueron duros a la hora de adaptarse a la exigencia física del juego, la diferencia a la hora de generar espacios o incluso el arbitraje. Necesité dos o tres partidos para hacerme una idea clara de cómo funcionaba todo. Una vez completado ese proceso, creo que estoy haciendo un buen trabajo. Hay derrotas que dolieron como las que sufrimos en la cancha del Zalgiris o en casa frente al Olympiacos porque fueron partidos que debimos ganar. Al final, es cuestión de coger el tono al juego y a la competición. Además, los compañeros y todo el cuerpo técnico me han hecho sentirme muy cómodo para aclimatarme con naturalidad.

A su llegada había una opinión general de que usted era un base primordialmente anotador. Cuando dijo que también podía jugar para otros, no era una frase de compromiso.

Puedo hacer las dos cosas; anotar y organizar. Me siento capaz de aportar lo que el equipo necesite en cada momento, una canasta o una asistencia. Puedo tomar la responsabilidad de buscar una canasta si el momento del partido lo exige. No soy un base primordialmente anotador ni meramente asistente. Trato de ser una mezcla de estas dos facetas.

Como base principal, ¿no se siente en ocasiones demasiado solo?

No. He venido a jugar a baloncesto, a aprender, crecer y mejorar como jugador, algo que siento que estoy logrando en cada partido. Quiero ser el mejor jugador de equipo posible. Habrá noches que anote más o menos o que no me salgan las cosas. Pero no voy a dejar de pelear por cada balón suelto, defender con intensidad o hacer lo que sea para ayudar a que el Baskonia gane.