La dura travesía hacia la madurez

La de Sito Alonso es una clara llamada de atención para recuperar el rigor y muestra su pretensión de no regalar nada a ninguno de sus pupilos. De paso, también retrata el duro trago que atraviesa Ilimane Diop en el arranque de su cuarta campaña en el primer equipo azulgrana. A sus 21 años, el canterano baskonista está sumido en una espiral que se retroalimenta de negatividad. De momento, no encaja en lo que el entrenador baskonista le reclama y su cuota de protagonismo se reduce al mínimo. La escasez de minutos hace que su confianza caiga bajo mínimos. Así, hasta quedar atrapado en un callejón sin salida tan viejo como la práctica de cualquier deporte de equipo. La competencia se impone, con Andrea Bargnani y Johannes Voigtmann como depositarios de la mayor cantidad de minutos en el puesto de cinco e incluso como pareja interior que puede coincidir en cancha. Ilimane Diop queda arrinconado en el banquillo, una promesa en busca de una eclosión que no termina de producirse con rotundidad.

En busca de la consistencia

Finalizado el choque ante el Andorra, Sito Alonso evitó el discurso hiriente cuando fue preguntado por la situación del senegalés en sala de prensa, pero fue claro como un libro abierto. «No le pido nada especial. Solo que tiene que cumplir a la perfección las características que él sabe que tiene. Si muestra debilidad en este tipo de situaciones, sobre todo a nivel defensivo, puede tener un problema en cuanto a minutaje. Pero no solo él, cualquier jugador», avisó.

En las palabras de Alonso hay un propósito de ecuanimidad, pero lo cierto es que la reincidencia en los errores de Ilimane Diop lo convierten en una pieza de mecha muy corta en el diseño actual azulgrana. En un equipo que trabaja para buscar la solidez defensiva, el interior azulgrana sigue tropezando en una piedra recurrente; las complicaciones para encauzar una intensidad que le lleva en demasiadas ocasiones a sobrepasar el límite de la falta. Defender es cuestión de voluntad, pero también obliga a cumplir a rajatabla unas reglas. Diop va sobrado en el primer apartado, pero no tanto en el segundo. El canterano azulgrana destila juventud, pero en absoluto es un recién llegado. Conoce la dureza de crearse un espacio en un club tan competitivo como el Baskonia y ahora atraviesa un bache pronunciado en su camino hacia la madurez. La travesía de la temporada no ha hecho más que comenzar, con él rezagado. Pero sobra trayecto para que Ilimane Diop salga de la zona de sombra en la que ahora se encuentra.